Raúl Antonio Fernández Lippmann, ex secretario del poderoso político Óscar González Daher en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), fue acusado ayer por los hechos punibles de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y tráfico de influencias.
La fiscala de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción, Victoria Acuña, además solicitó que el ex funcionario estatal afronte juicio oral y público.
Según el escrito presentado ante el Juzgado Penal de Garantías, Fernández Lippmann, en su función dentro del JEM, habría percibido montos de dinero y otros beneficios indebidos, cuyas sumas fueron depositadas en cuentas bancarias a nombre de Cristian Manuel León Guimaraes, un funcionario a su cargo que habría actuado de prestanombres. El hombre también fue acusado por los mismos hechos punibles.
Además menciona que el encausado posee una cuenta de depósito de ahorros, cargo Banco Familiar SAECA, en el que existirían depósitos de dinero cuyos montos varían de la suma de G. 91.818.868 y ascienden a la suma de G. 197.700.236 entre los meses de enero y octubre del 2017.
Igualmente, posee operaciones de compras de divisas que oscilan entre USD 150 y USD 24.200.
Así también resalta que Fernández Lippmann es titular de otras cuentas corrientes y cajas de ahorros en entidades de intermediación financiera de plaza nacional (bancos), en las que se encuentran depositadas sumas de dinero, cuyos montos superan ampliamente sus posibilidades económicas, teniendo en cuenta sus remuneraciones (ver infografía), pues no se condicen con los bienes adquiridos.
Las sospechas apuntan a que los depósitos de fondos proceden del ocultamiento de sumas de dinero y otros favores percibidos por el ex funcionario.
Incluso, es titular de diversas transacciones de compra y venta de divisas en los años 2013 y 2017 por USD 96.830 y USD 51.3316.
Declaración. Cabe destacar que el ex mano derecha de González Daher había declarado en su indagatoria que el origen de sus bienes se basa en la venta de libros y en el manejo de un club de fútbol. Así también de una herencia que recibió de su padre.
Sin embargo, la señora Maxdonia Fernández declaró que si bien el acusado realizaba distribución y colocación de libros de su autoría no fue posible corroborar que el mismo pudo haber obtenido una ganancia de G. 247.000.000.
Por este caso, Fernández Lippmann fue recluido en el penal de Tacumbú y luego fue beneficiado con el arresto domiciliario.
En ese entonces, el abogado Álvaro Arias indicó que se presentaron documentos respaldatorios que demuestran la inocencia de su defendido.