17 nov. 2025

“Acusación de los EEUU aumenta la desconfianza hacia el Legislativo”

El pago de sobornos a parlamentarios, incluyendo a opositores, por el ex presidente Cartes, durante y después de su mandato, deslegitima las leyes aprobadas en los últimos periodos, dice politólogo.

Un descreimiento aún mayor hacia el sistema legislativo paraguayo, por la acusación por parte de los Estados Unidos de que el ex presidente Horacio Cartes mantenía vía sobornos la lealtad de parlamentarios durante su gobierno y posterior a su mandato. La reafirmación de que Paraguay ha sido y sigue siendo conocido por sus hechos de corrupción, y una imagen exterior de desconfianza hacia el país, son algunas de las consecuencias que identifica el catedrático y politólogo Luis Fretes Carreras, para el país tras el aumento de sanciones al ex mandatario colorado y al actual vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, a los que Estados Unidos considera “significativamente corruptos”, bloqueó sus cuentas y prohibió operar en su sistema financiero.

Respecto a la acusación que el jueves pasado agregó el embajador de los Estados Unidos, Marc Ostfield, cuando anunció las sanciones financiaras a ambas figuras políticas, Horacio Cartes durante su gestión como presidente de la República mantuvo el control sobre la formulación de políticas, lealtad y apoyo de legisladores a través de sobornos mensuales que oscilaban entre 5 mil a 50 mil dólares. Una práctica que ha venido sosteniendo posterior a su mandato. “Sobornada incluso la oposición, dentro del Congreso, hace que cualquier norma que haya surgido en este periodo sea considerada fraudulenta. De hecho, es ilegítima en su origen, por más que se haya dictaminado y votado”, resalta. Por eso advierte que el Poder Legislativo está aún más deslegitimado ahora.

La denuncia de estas prácticas basadas en el soborno, dice, es un llamado de atención muy fuerte para la sociedad paraguaya. “Nos están diciendo: Tienen que renovar, sus autoridades, cambiar sus legisladores, porque si siguen de esta manera, van a seguir haciendo más de lo mismo que ya saben”, resalta.

En democracia un sistema legislativo representa a los intereses de diferentes sectores de la sociedad, por lo tanto, en este ámbito se espera que se dé una disputa abierta y leal de fuerzas para aprobar las leyes que garantizan la estabilidad tanto legal como económica de una sociedad. “Pero al estar sobornada incluso la oposición, se quiebra el equilibrio”.

En cuanto a la imagen de país corrupto que vuelve a reafirmarse con las medidas adoptadas por EEUU contra Cartes y Velázquez, Luis Fretes dice que Paraguay ha sido y sigue siendo un país conocido por sus hechos de corrupción, desde la época de Stroessner. “Se confirma la regla de que a estos gobiernos que hemos tenido no les ha importado desarrollar una imagen exterior de credibilidad y que han sido sostenidamente asociados al mundo de la delincuencia”, afirma. Rescata como ejemplo que un delincuente como Darío Messer, vinculado al mundo ilegal, al lavado de activos, al narcotráfico, haya estado viviendo en Paraguay, protegido por Cartes.

“Hay una continuidad en esa política de recibir a delincuentes. Recordemos el caso Auguste Ricord (narcotraficante) y Anastasio Somoza (dictador nicaragüense) que vinieron a vivir a nuestro país, en la época de Stroessner”.

Fretes sostiene que hoy día el problema no son solo los grupos irregulares o la falta de institución, sino quiénes gobiernan, quiénes están en el ejercicio del poder. “Para que un país pueda tener respeto, por más pequeño que sea, es muy importante que los gobernantes tengan autoridad moral”, resalta.

Ante todo esto, el Paraguay tiene que recuperar su identidad haciendo que actúen sus instituciones en el interior del Estado, ejerciendo el poder público para rectificar la situación. Hay que construir instituciones más fuertes para que nadie pueda abusar de ellas. “Estados Unidos lo plantea de este modo: Al sancionar a Cartes y a Velázquez les dice que tienen que rectificar sus conductas, y para ello les está poniendo sanciones que son enormes y peores que entrar a la cárcel. Además, el mensaje que transmiten las sanciones es para las instituciones del país”, afirma.

Las sanciones también son un llamado de atención para otros países en el sentido de que tienen que ampliar normativas para evitar que quienes obtienen beneficios económicos del mundo ilegal no lo usufructúen, dice.


Se confirma la regla de que a los gobiernos que hemos tenido no les ha importado desarrollar una imagen exterior de credibilidad.

Para que un país pueda tener respeto, por más pequeño que sea, es muy importante que gobernantes tengan autoridad moral.

Ante soborno a legisladores, cualquier norma que haya surgido en este periodo es considerada fraudulenta, ilegítima.