19 abr. 2024

Actos que implican traición a la patria no deben quedar impunes

Las negociaciones que evitaron el juicio político al presidente y al vicepresidente han logrado descomprimir la tensión que mantenía en vilo al país, pero dejan instalada una alta desconfianza en las autoridades y la sensación de que los graves actos en contra de los intereses paraguayos ante Brasil quedarán impunes. El flojo discurso dado ayer por Abdo Benítez no respondió a las expectativas ciudadanas. Las investigaciones iniciadas, principalmente en ámbitos de la Justicia, deben aclarar lo ocurrido con el acta secreta, estableciendo responsabilidades y sanciones si se comprueba el presunto delito de lesión de confianza. El sistema democrático debe fortalecerse luego de esta crisis.

La grave crisis política que el miércoles parecía encaminarse de manera segura hacia un inevitable juicio político al presidente Mario Abdo Benítez y al vicepresidente Hugo Velázquez, por sus responsabilidades en el polémico acuerdo de compra de energía de Itaipú que se firmó en forma secreta con el Brasil, que contenía puntos negativos para los intereses del Paraguay, tuvo un giro sorprendente en la mañana de ayer, cuando los legisladores del movimiento Honor Colorado, liderado por el ex presidente Horacio Cartes, retiraron los votos que habían comprometido públicamente la noche anterior y consiguieron salvar al Gobierno de su inminente caída.

Las intensas negociaciones que se llevaron a cabo hasta altas horas de la madrugada impidieron que el país tenga que enfrentarse de nuevo a otro traumático proceso de impeachment, como el que en junio de 2012 causó la destitución del presidente Fernando Lugo y trajo muchas consecuencias negativas, entre ellas que el Paraguay haya sido excluido de importantes espacios de la comunidad internacional. En el actual caso, sin haber agotado previamente los canales institucionales para resolver la crisis, los principales líderes de partidos políticos de oposición y de la disidencia colorada se habían embarcado de manera muy apurada y poco responsable en otra aventura para intentar echar a un gobierno legítimamente electo, a menos de un año de mandato, sin tener en cuenta los graves daños que causarían a la estabilidad democrática.

Como este diario viene sosteniendo, la gestión gubernamental en la negociación de la compra de energía se ha manejado de manera nociva para los intereses nacionales, se ha hecho en total secreto y de espaldas a la ciudadanía, y ha involucrado actitudes de autoridades y altos funcionarios que podrían caracterizarse como presuntos delitos de lesión de confianza.

Particularmente graves son los indicios de que el vicepresidente Hugo Velázquez habría operado a través de un joven abogado para suprimir un apartado clave del acuerdo, que acabaría favoreciendo a negocios con una empresa brasileña. Todos estos elementos, sin embargo, no deberían llegar a la situación extrema de un juicio político antes de que sean debidamente investigados y confirmados por el Ministerio Público y la Justicia, como de otras instancias auxiliares, entre ellas la Comisión Bicameral de Investigación que ha sido especialmente creada tras las denuncias.

Un paso importante fue la decisión de los gobiernos de Brasil y Paraguay de anular el acta de la discordia y negociar nuevas condiciones. Aunque la aceptación del presidente brasileño Jair Bolsonaro fue para salvar a su colega paraguayo del juicio político, abre un nuevo escenario para defender los derechos de nuestro país en la gestión de Itaipú.

La historia de esta crisis no ha sido cerrada. El presidente Abdo Benítez y sus colaboradores deben aprender la lección, corregir sus graves deficiencias, impulsar una investigación a fondo y seguir echando a quienes resulten responsables. El vicepresidente Velázquez debe afrontar las acusaciones y en caso que resulte culpable, renunciar o ser destituido. La ciudadanía, que ha demostrado un gran celo por el patrimonio energético, no salió satisfecha con sus explicaciones y exige su renuncia.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.