Ayer la Cámara de Diputados, presidida por el diputado colorado Miguel Cuevas, quien también votó por el doble blindaje para proteger a los que tienen denuncias de corrupción, activó un inusual dispositivo de seguridad alrededor del diputado Carlos Portillo, quien está imputado por tráfico de influencias.
La Cámara a través de su contingente policial impidió el acceso de la prensa a la antesala de la plenaria, donde normalmente se accede a realizar consultas periodísticas a los diputados.
Los policías, quienes formaron una barrera cuando los colegas quisieron indagar a Portillo, quien entraba y salía del recinto, no pudieron explicar por qué se limitaba el acceso a la antesala justo cuando Portillo se paseaba.
La disposición presumiblemente vino directamente de la presidencia, dado que no existe reglamento por el cual se limitaba dicho acceso, salvo durante el desarrollo de la sesión y dentro de la sala.
No es la primera vez que se trata de impedir la libre labor de la prensa durante el periodo que lleva al mando de la Cámara el diputado de Paraguarí Miguel Cuevas, sobre quien pesan también varias denuncias por supuesto enriquecimiento durante su gestión como gobernador.
Portillo, finalmente, tras culminar el tratamiento de pérdida de investidura, salió corriendo junto a sus operadores y guardias.