Esta diócesis no contaba con un obispo desde hacía 2 años y 9 meses y la ciudadanía se encontraba expectante ante una nueva designación.
Turturro dijo a Última Hora que monseñor Cabello fue el elegido por el papa Francisco luego de un largo proceso de oración y de incluso muchos nombres que han aparecido. “Con el largo proceso no significa que hubo algún problema o algo, sino forma parte de un espacio para poder hacer una buena elección de tal forma a trabajar por la paz”, indicó el religioso.
A su vez, señaló que monseñor Cabello estará tomando la posesión de la Diócesis en aproximadamente un mes y agregó que el mismo se encargará de las Diócesis de Villarrica y Caazapá. Esta última, hace tiempo también aguarda un nuevo obispo. Sobre las otras diócesis que también aguardan la designación de un nuevo obispo, Turturro agregó que esperan pronto poder dar más anuncios, pero que de momento permanecen en oración para que pronto se pueda tener más designaciones.
Mons. Miguel Ángel Cabello estaba como obispo de Concepción y Amambay y ahora pasará a Villarrica, que abarca unas 38 parroquias en Guairá y Caazapá. Sin embargo, Cabello permanecerá en su actual función hasta febrero del próximo año, según informó tras su nombramiento.
“Con mucha humildad llevaré mi experiencia pastoral para servir a la nueva comunidad que me espera. Será un nuevo desafío que asumo con fe y compromiso”, expresó el religioso. Destacó que conoce la zona y que irá con entusiasmo a trabajar con los feligreses de los dos departamentos, Guairá y Caazapá.
Mencionó que siente dejar Concepción y Amambay, aunque considera que ha cumplido gran parte de sus proyectos. “He cumplido en gran medida los proyectos pastorales, aunque me hubiera gustado un año más; sin embargo, ante esta llamada cumpliré la misma misión en otra diócesis”, refirió.
Trayectoria. El punto fuerte del obispo ha sido las misiones que cumplió con las familias más distantes del departamento. Misiones fluviales con pobladores de la ribera norte, misiones a las estancias ganaderas, formaron parte de su trabajo pastoral.
Durante su mensaje, monseñor Cabello recordó los momentos críticos vividos en la región Norte del país, marcados por secuestros que afectaron a familias cercanas, por la intensa agitación política que movilizó a numerosos ciudadanos durante casi dos años y por los crímenes ocurridos en la frontera.
“He tratado de acompañar a todas las familias que sufrieron los embates de la inseguridad del crimen organizado”. señaló. “Estas experiencias me prepararon para continuar sirviendo, ahora en un nuevo destino, por fortuna en esta diócesis no he recibido ninguna amenaza de gente que no comulga con nuestras actuaciones“, señaló. RG/JR