Por Darío Bareiro Fariña
CAACUPÉ
El jefe de la Policía de la Cordillera, comisario Prisciliano Martínez, ha exteriorizado su preocupación sobre los hechos punibles de abuso sexual de menores de parte de sus propios familiares, el maltrato físico al igual que el incumplimiento de la prestación de los servicios alimentarios a los infantes.
Estos tres hechos son lo que más resaltan de un tiempo a esta parte en las ciudades y pueblos del departamento de Cordillera.
De igual modo, se ha evidenciado en los últimos tiempos la inseguridad en Caacupé, así como en otros distritos de este departamento, que se traducen en las apariciones nocturnas en pleno centro de la ciudad de los “peajeros”.
Personas que se dedican a robar celulares, y que piden dinero a los desprevenidos transeúntes, quienes corren riesgos si es que no acceden a los “pedidos” de los marginales que son locales y muchas veces provenientes de otras partes. Caacupé, a pesar de ser la capital de la “espiritualidad” no está exenta de los embates de la marginalidad que campea en casi todo el país.