El Barcelona puso un pie en la final de la Liga de Campeones (3-0), gracias a un doblete de Messi y otro tanto de Luis Suárez, que escondieron un discreto partido de los azulgranas ante el Liverpool, que mereció llevar la eliminatoria más abierta a Anfield Road.
Valverde sacrificó el juego posicional sentando a Arthur e igualó el despliegue físico del rival poniendo a Arturo Vidal. Y el Barça propuso a los Reds un partido de ida y vuelta que a punto estuvo de costarle caro en el arranque. Pero al final logró oro puro de un duelo que se le complicó por momentos.
El primero fue de Luis Suárez, que no había marcado aún en esta Champions, y lo hizo ante su ex equipo, donde jugó desde el 2010 hasta el 2014. Messi se encargó de los otros dos goles, para llegar a su gol número 600 con la camiseta del Barcelona.
La vuelta será el 7 de mayo en Liverpool.