Apenas se cruza el puente fronterizo Tancredo Neves, sobre el río Iguazú, antes de llegar a la Aduana argentina, aparece un imponente edificio. Se trata del Duty Free Shop Puerto Iguazú (local libre de impuestos), el nuevo polo comercial que está robando clientes a los comercios de Ciudad del Este, Paraguay, en la zona de la Triple Frontera.
Para llegar hasta el lugar no hace falta ingresar legalmente a territorio argentino, por lo tanto, no hay que someterse al engorroso trámite migratorio ni al molesto control de los gendarmes. Se desembarca directamente en una plataforma, se ingresa en un moderno edificio, muy bien estructurado en forma circular, diseñado como un parque temático (con la figura de un elefante en la entrada) que conecta a las tiendas unas con otras, alrededor de un restaurante y cafetería en el centro. Un tour de compras planificado como un safari de aventuras.
VENTAJAS. “Debido a las actuales diferencias en los cambios de moneda, para muchos compradores brasileños resulta más ventajoso actualmente ir a hacer compras al Duty Free Shop Puerto Iguazú, principalmente en rubros de alto consumo, como bebidas y perfumes”, reconoce Juan Vicente Ramírez, vicepresidente de la Cámara de Comercio y Servicio de Ciudad del Este.
“Los que administran el duty free tienen un acuerdo interno y la cotización del cambio de monedas que manejan no es la paralela, sino la oficial. Es una situación que nos quita competitividad”, destaca el empresario.
Sin embargo, no es la única situación que afecta al comercio de Ciudad del Este, ya que la crisis obedece a varias cuestiones, apunta.
“Estamos experimentando una caída sensible en las ventas. Desde el 2012 sufrimos una caída escalonada del 25% anual. Como consecuencia, estimamos que se produjo el cierre de unos 1.000 comercios en estos dos años, principalmente pequeñas tiendas”, explica.
ADAPTACIÓN. Según Ramírez, el descenso de las ventas no se produjo de manera abrupta, lo cual les ha permitido a la mayoría de los empresarios poder adaptarse a la situación, achicando sus estructuras.
“Se ha reducido el volumen internacional de ventas y Ciudad del Este ha perdido protagonismo a nivel internacional, pero aun así sigue manejando un volumen importante de operaciones comerciales”, indica.
La principal causa es que el gran mercado de compradores, que es Brasil, ya no tiene el mismo poder adquisitivo, su moneda se ha devaluado y han surgido otras opciones de mercado más ventajosas para los brasileños que Ciudad del Este. “Esa es la realidad, habrá que adaptarse”, plantea.