Por Hérib Caballero Campos y Richard Ferreira
Como hoy, un 7 de marzo, pero del año 1947, fue encendida la mecha. Con un asalto de jóvenes febreristas al Cuartel Central de la Policía comenzó una guerra civil que finalizó con la victoria colorada, que empezó a consolidar su gobierno, al punto de seguir en el poder 60 años después.
Se enfrentaron los aliados liberales, franquistas (febreristas), comunistas y el 70% del Ejército contra los colorados (pynandi) aliados del general Higinio Morínigo.
Para comprender el origen de este conflicto armado con cientos de muertos, miles de detenidos y unos 40 mil exiliados, debemos analizar el proceso iniciado al concluir la Guerra del Chaco (1932-1935).
EL RÉGIMEN LIBERAL. A los ocho meses de concluido el conflicto con Bolivia, era creciente la inestabilidad en el ámbito castrense y, por sobre todo, entre los ciudadanos movilizados.
El Gobierno pretendía licenciar a las tropas sin cumplir los pagos de salarios a los combatientes y, además, se proyectaba un cambio de la Constitución liberal de 1870, con el objetivo de permitir la reelección del entonces presidente liberal Eusebio Ayala.
Además, el régimen se desgastaba no solo en el ámbito interno. A nivel internacional se extendía el abandono por parte de los países de la cultura política liberal del siglo XIX.
La revolución del 17 de febrero de 1936, del coronel Rafael Franco, fue impulsada por el espíritu nacionalista y antiliberal de diversos actores políticos de izquierda y de derecha. Tras 18 meses del gobierno “revolucionario” de Franco, el Partido Liberal recuperó el poder, mediante un golpe de Estado militar, asumiendo la presidencia Félix Paiva.
Con este gobierno, se reinstauró la Constitución liberal, pero no se pudieron restablecer las instituciones liberales.
En 1939, el candidato liberal fue el general José Félix Estigarribia, elegido en comicios sin competidor. Estigarribia, el 18 de febrero de 1940, disolvió el Congreso, conformado exclusivamente por liberales. El presidente asumió todos los poderes y promulgó una Carta Política inspirada en los principios fascistas.
LA ERA DE MORÍNIGO. El 7 de septiembre de 1940, fallece trágicamente Estigarribia y asume el poder el general Higinio Morínigo. Inmediatamente apartó de su gobierno a los liberales “cuarentistas”. El nuevo presidente empezó a apoyarse en los “tiempistas”, grupo integrado por gente de derecha católica que se inspiraba en la ideología corporativista del régimen portugués de Salazar. En el ámbito del Ejército recibió el respaldo del Frente de Guerra, asociación de militares que simpatizaban con el nazismo. El grupo estaba encabezado por el teniente coronel Victoriano Benítez Vera y los coroneles Bernardo Aranda y Pablo Stagni.
LEVANTAMIENTO MILITAR. El 9 de junio de 1946, oficiales de la División de Caballería, con el objetivo de democratizar al Gobierno, se rebelaron contra los integrantes del Frente de Guerra, quienes fueron destituidos. Así concluyó el de facto triunvirato militar pro-nazi Benítez - Aranda - Stagni.
El general Amancio Pampliega, a la cabeza del sector denominado institucionalista del Ejército, obligó a Morínigo a levantar la tregua política y permitir el regreso de los dirigentes políticos, casi todos en el exilio, salvo los colorados. Además le exigió que se comprometiese con la convocatoria a la Convención Nacional Constituyente.
Tras largas negociaciones, en julio de 1946, Morínigo aceptó que los representantes del franquismo integren su gabinete, pues si hubiese dependido de él, solo gobernaría con los colorados y las Fuerzas Armadas.
MESES DE TENSIÓN. Durante estos meses de julio a enero de 1947, el país vio regresar a los dirigentes históricos del liberalismo, del franquismo y del comunismo. El Partido Comunista logró su reconocimiento legal. La febril actividad en la ciudad de Asunción y del interior fue intensa. El reclamo principal era igualdad de condiciones para los cuatro partidos políticos en las anheladas elecciones constituyentes.
La lucha entre franquistas y colorados por controlar la administración pública, para lograr mejor sustento en la campaña electoral, desembocó en una crisis en el gabinete. Morínigo no lo quiso evitar, pues pretendía desgastar a sus aliados impuestos por el Ejército para gobernar nuevamente en solitario.
En ese enero de 1947, con un caliente ambiente político, se daría el cierre del periodo más relevante en materia de tolerancia y libertades públicas en la primera mitad del siglo XX paraguayo.
El 13 enero de ese año se produjo el golpe de los colorados, quienes mantuvieron en la presidencia a Morínigo. Comenzaba ahí un proceso aún más conflictivo que provocaría, casi dos meses después, el estallido de la guerra civil de 1947.
Mañana: Los conflictos antes de la guerra civil. Los sucesos del 13 de enero al 7 de marzo.
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EL GOBIERNO DE MORÍNIGO
Presidente por una caja de fósforos
El presidente Higinio Morínigo (1940-1948) asumió el poder de la manera más insólita. El 7 de septiembre de 1940, falleció en forma trágica José Félix Estigarribia. Se necesitaba un presidente. Se hizo un sorteo con una caja de fósforos, usado como moneda para el juego de “cara o cruz”. La suerte fue para Morínigo, quien una vez que asumió prohibió la actividad de los partidos e incluso disolvió al Partido Liberal. Intervino los periódicos al punto de designar a sus directores a pesar de ser privados. Impidió la organización de sindicatos y continuó la intervención de la Universidad Nacional, que se inició durante el gobierno de Estigarribia, en febrero de 1940. Los que se oponían a su gobierno iban a parar a los campos de concentración, que funcionaban en los fortines chaqueños.
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GUERRAS CIVILES DEL PARAGUAY EN EL SIGLO XX
1904
Liberales (radicales y cívicos) y colorados egusquicistas contra el Gobierno de colorados caballeristas.
1911-1912
Liberales radicales contra liberales jaristas.
1922-1923
Liberales schaereristas contra el Gobierno de los liberales gondristas.
1947
Liberales, franquistas, comunistas y el Ejército contra el Gobierno de Morínigo, con apoyo de los colorados.