La NASA conmemora hoy el accidente del transbordador espacial Columbia, en el que murieron 7 astronautas hace una década, una tragedia que marcó el principio del fin de los vuelos de transbordadores y llevó a reformular el programa espacial de Estados Unidos.
El jefe de la NASA, Charles Bolden, y otros altos funcionarios participarán en una ceremonia en el cementerio militar de Arlington, Virginia, cerca de Washington, donde también rendirán tributo a otros muertos en incidentes relacionados con la exploración espacial.
HOMENAJE. La agencia espacial estadounidense recordará a los 7 astronautas fallecidos en la explosión del Columbia el 1 de febrero de 2003, así como a los tres astronautas del Apolo 1 muertos en un incendio durante un ejercicio en enero de 1967 y a los siete tripulantes del Challenger.
El transbordador Challenger estalló el 28 de enero de 1986, 73 segundos después de su despegue desde el Centro Espacial Kennedy en Florida (sureste).
Columbia, el primer transbordador en ser lanzado al espacio en abril de 1981, se desintegró durante su regreso a la atmósfera. El escudo térmico de una de sus alas resultó dañado por el impacto de una pieza de espuma aislante que se había salido del tanque externo de la nave poco después de su lanzamiento dos semanas antes.
Después de este accidente, el gobierno de George W. Bush decidió pasar raya al programa del transbordador, aunque permitió a los tres restantes volar hasta 2011 para dar tiempo a completar la Estación Espacial Internacional (ISS, por su sigla en inglés) y cumplir así con los compromisos de EE. UU. con sus socios, dijo John Logsdon, exdirector del Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington. Logsdon integró la comisión nacional que investigó el accidente.
La flota de transbordadores quedó paralizada en tierra durante casi un año y el gobierno de Bush evaluó seriamente poner fin al programa, explicó Logsdon. Pero el presidente finalmente cedió a las presiones de los socios internacionales para completar la ISS. AFP