Puntualmente, en la SND Arena se desarrolló el Festival Nacional de Orquestas Juveniles en Asunción, con motivo de los festejos por los 20 años de Sonidos de la Tierra. “Con el firme objetivo de llevar un mensaje de esperanza a la ciudadanía”, señalaron sus organizadores.
Fue más que grato observar en los rostros de los jóvenes la alegría que les produjo el reencuentro presencial luego de los años de crisis sanitaria. Cada uno de los 1.400 chicos provenientes de 65 escuelas comunitarias fueron los protagonistas, cada uno ocupando un lugar en el predio con su instrumento, su talento, brillo en la mirada y una amplia sonrisa.
Los chicos forman parte de la Red Sonidos de la Tierra, que desde horas de la madrugada fueron llegando al lugar desde diferentes puntos de 16 departamentos del país. En el lugar se realizaron durante todo el día ensayos para el momento cumbre del concierto de la Mega Orquesta, que inició a las 17:00 puntualmente.
Muchos momentos divertidos se vivieron durante las dos horas de show, pero hubo momentos de mayor algarabía, y sin dudas estos estuvieron marcados por la música paraguaya, que definitivamente gusta a los jóvenes.
El repertorio incluyó obras clásicas del Paraguay como Panambi Vera y Arroyos y Esteros, Punteada Okára, entre otras, muchas acompañadas con aplausos y hasta baile desde los asientos. También sonaron canciones de Vangelis, Rolling Stones, Coldplay, entre otras agrupaciones.
Además de la actuación principal de los niños y jóvenes, estuvieron como invitados especiales la Orquesta H2O, con el Arpa de Agua, que tuvo un alto momento con la participación de Andrea Valobra, la Camerata FEM, y Tierra Adentro, que particularmente enloqueció al público con su energía y talento.
“Para mí representa una gran emoción llegar a este punto. No me imaginaba que iba a crecer tanto y que iba a ser tan útil para la vida de las personas y las comunidades del Paraguay. Vimos a chicos salir de las drogas, de las calles; la música les inspiró a cambiar su vida, formarse, capacitarse”, comentó el maestro Luis Szarán, director y fundador de Sonidos de la Tierra.
A su turno, Natalia García, directora ejecutiva de Sonidos, dijo: “Este festival va más allá de la música: es un lugar de encuentro, compartir experiencias, donde los coordinadores de cada comunidad hicieron un gran esfuerzo para traer a todos los participantes”.
Un deleite para los sentidos fue el recital desarrollado ayer en la SND Arena, para celebrar 20 años de proyecto musical.