15 may. 2024

Una Nueva Orleans más hispana tras el Katrina

Cuando Nueva Orleans era una ciudad fantasma tras el devastador paso del huracán Katrina, miles de trabajadores latinos llegaron a ese lugar de donde todos se iban y muchos terminaron por echar raíces en una urbe que en estos diez años ha visto acentuada su histórica diversidad.

Nueva Orleans.jpg

Imagen del barrio francés de Nueva Orleans. | Foto: http://bestlocationhotels.com/

EFE | Cristina García Casado

Con el Katrina surgió una fuerte demanda de mano de obra para labores de limpieza y reconstrucción: el huracán inundó el 80 por ciento de esta ciudad sureña de Estados Unidos, destrozó 250.000 viviendas y dañó un millón más.

Muchos de los trabajadores procedían de otros estados del país pero otro buen porcentaje llegó directamente de sus naciones de origen. La gran mayoría eran centroamericanos, sobre todo hondureños.

“Algunos regresaron al lugar de donde vinieron, otros fueron deportados y otros se establecieron aquí. La población inmigrante latina en Nueva Orleans y su área metropolitana ha florecido desde entonces, aunque ya había una población hispana previa al Katrina”, explica a Efe por teléfono desde Nueva Orleans Fernando López, organizador comunitario con el Congreso de Jornaleros.

El Congreso es una asociación que constituyeron los trabajadores de la reconstrucción de Nueva Orleans para defender sus derechos y denunciar los abusos.

“Los jornaleros han hecho trabajos muy peligrosos para reconstruir Nueva Orleans. Formaron el Congreso para luchar por su dignidad y defenderse de la explotación brutal de los empleadores, la Policía y las autoridades de inmigración”, reza el manifiesto fundacional.

En 2006, un año después de la catástrofe, alrededor de la mitad de la mano de obra para reconstruir Nueva Orleans era latina y el 54% de ellos indocumentados, según un estudio de la Universidad Tulane y la Universidad de California en Berkeley.

“Pese a que su labor era clave, estos trabajadores fueron víctimas de muchos abusos e injusticias como el robo de salario, la explotación laboral, la exposición a materiales tóxicos, la discriminación y persecución por parte de varias agencias policiales, así mismo como la deportación masiva de cientos de ellos”, denuncia López.

La histórica diversidad de Nueva Orleans se acentuó tras el Katrina: descendió la población negra, mayoritaria y la más sacudida por la catástrofe, y crecieron la blanca y la hispana.

En 2005, los afroamericanos representaban el 67,3% de la población, y pasaron a ser el 58,8% en 2006 y el 59,8% en 2014, según los últimos datos de la Oficina del Censo.

“La mayoría de los afectados por el Katrina fueron negros, por razones económicas. Los que tenían dinero y transporte, mayoritariamente blancos, pudieron irse antes”, explica a Efe Ernest Johnson, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) en el estado de Luisiana, donde se ubica Nueva Orleans.

“Decenas de miles de personas nunca volvieron, la mayoría negros. Cuando llegaron los aviones del Gobierno, los evacuaron a todas partes del país y allí se establecieron. El dinero que les dieron no les permitía volver, pero sí empezar una nueva vida allí”, añade el activista, que denuncia que el Gobierno “no hizo suficiente” para que estas personas pudieran volver.

La población blanca de Nueva Orleans pasó en los diez años posteriores al Katrina de representar un 26,5% a alcanzar el 31,2%. Muchos en la ciudad denuncian que sólo ellos pueden permitirse vivir en los nuevos barrios y edificios construidos con fuerte inversión privada tras el huracán.

Y en ese contexto cambiante, los latinos casi han duplicado su presencia: del 3,5% en 2005 al 5,5% en 2014. Sin contar los indocumentados, la mayoría de los que llegaron tras el huracán.

“Esta nueva generación de inmigrantes en Nueva Orleans no vino solo a ayudar a esta ciudad con su trabajo, sino también a revitalizarla económica y culturalmente. Sin embargo, aún sigue enfrentando grandes retos como la explotación laboral continua y la discriminación racial por parte de varias agencias gubernamentales”, denuncia López.

Los trabajadores latinos que contribuyeron a reconstruir Nueva Orleans tras el huracán Katrina reclaman ahora el papel decisivo que jugaron tras la catástrofe y forman parte de la nueva fisionomía de una ciudad que ha visto acentuada su tradicional diversidad en los diez años posteriores a la tragedia.

Más contenido de esta sección
La empresa OpenAI, creadora del programa ChatGPT, presentó este lunes su nuevo modelo de inteligencia artificial generativa, GPT-4o, con nuevas capacidades de producción y comprensión de textos, imágenes y sonidos, que estará disponible de forma gratuita.
La ciudad brasileña de Porto Alegre cumplió este lunes 10 días inundada y es muy probable que su situación se agrave por una nueva crecida del río Guaíba, que podría alcanzar un nuevo nivel récord el martes, según advirtieron las autoridades locales.
La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) solicitó este lunes donaciones por valor de 8 millones de francos suizos (USD 8,8 millones) para asistir a los afectados por las inundaciones en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, en el extremo meridional del país.
Una madre italiana, Alessia Pifferi, fue condenada este lunes a cadena perpetua por haber dejado morir de hambre en 2022 a su hija Diana, de tan solo año y medio de vida, según anunció un tribunal penal de Milán (norte).
La Policía española y la Guardia Civil liberaron en 2023 a 1.466 víctimas de redes de trata y de explotación sexual o laboral, un 24% más que el año anterior, y la mayoría de las víctimas de trata y explotación sexual eran latinoamericanas.
La NASA lanzará el próximo 25 de junio un satélite geoestacionario que permitirá a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) mejorar la capacidad de observación de los fenómenos meteorológicos y el monitoreo ambiental de la Tierra.