Por Noelia Duarte Solís
CIUDAD DEL ESTE
Un nuevo tornado destruyó tinglados, cables del tendido eléctrico y varias plantaciones de eucalipto en la colonia Parinvest, a 15 kilómetros del centro urbano de Iruña Zal, sur del Alto Paraná. El fenómeno climático se dio el miércoles en horas de la tarde, dejando cuantiosos daños materiales.
“El viento fue demasiado fuerte, destechó los tinglados más grandes y creemos que los daños fueron solo ahí porque en esta zona nos avisamos cuando hay problemas y en las demás comunidades no se reportó nada”, expresó Marcelo Stepaniak, un poblador del distrito de Iruña.
De acuerdo a su relato, esa colonia cuenta con grandes tinglados, cultivos y maquinaria, no hay viviendas pequeñas y por ello no hubo casos de casas destechadas que dejaron a familias damnificadas. Los afectados por el tornado son colonos que cuentan con seguro de los bienes dentro de su propiedad.
Algunos vecinos tomaron fotografías y filmaciones de lo que dejó el vendaval en la zona. Las plantas de eucalipto fueron literalmente arrancadas, algunas zonas boscosas quedaron con enormes claros que delatan la fuerza del viento que azotó a la región por espacio no mayor a 7 minutos, según dijeron.
Elías Bernal, secretario de Acción Social de la Gobernación del Alto Paraná, expresó que no tuvieron informes de casos similares en otra parte del departamento. “Ningún intendente contactó conmigo ni con el gobernador. Siempre recurren a nosotros cuando hay familias afectadas”, dijo el funcionario.
ES FRECUENTE. Iruña es uno de los distritos que frecuentemente son castigados por los fenómenos climáticos, además de otros distritos de la zona sur del Alto Paraná. En noviembre del año pasado ya hubo un tornado que devastó gran parte de una colonia.
Fue en la comunidad de San Carlos, donde el fuerte vendaval pasó a escasos metros de la vivienda de uno de los moradores. También esa vez filmaron el fenómeno climático que fue bastante comentado en los medios de comunicación y las redes sociales.
Asimismo, gran parte de los cultivos de soja fueron arrasados por el fuerte viento, que afectó bosques y con la caída de árboles bloqueó algunos caminos por lo que los lugareños se valieron de sus máquinas para despejar el sector.
En esa ocasión, el recorrido del embudo de viento fue de unos 3 kilómetros y no llegó a la zona donde hay viviendas. Se aproximó al área donde hay silos y tinglados, pero no llegó a afectar en demasía.
Otro caso en la zona sur del Alto Paraná fue en Santa Rita en el año 2014, donde varios árboles fueron destruidos con la fuerza del viento. También, años atrás, en Santa Rosa del Monday hubo perjuicios luego de una tormenta.