Por Andrés Colmán Gutiérrez - Desde Tañarandy
Fotos: Ylda R. Miskinich
El cuadro, de 8 metros de altura por casi 10 de ancho, está realizado totalmente con semillas de diversos tipos de poroto, maíz, locro, girasol, alpiste y sorgo, y es una creación original de la artista Macarena Ruiz, hija de Koki Ruiz, que llevó más de dos meses de trabajo, junto con un equipo de jóvenes pintores y artesanos locales.
“He buscado transmitir en este cuadro la angustia de los discípulos al saber que Jesús va a ser traicionado por uno de ellos y que padecerá un gran sufrimiento”, dice Macarena.
El enorme cuadro está acompañado de otros dos más pequeños (de cuatro metros de altura por tres de ancho) de La Virgen Dolorosa y de San Roque González de Santacruz.
En la noche de este miércoles se hará la prueba de luces y los cuadros estarán oficialmente habilitados al público desde este viernes 18 hasta el domingo de Pascua, ya con un sistema de acceso, para que puedan apreciarlo y tomar fotos, tanto de día como de noche.
“En esta obra rescatamos la esencia de lo que fue para nosotros la gran experiencia de construir el retablo de la visita del papa Francisco”, explica el artista Koki Ruiz, principal director del operativo Tañarandy.
La estructura de la cruz central, hecha con maíz y cocos, es la misma que se usó durante la misa del Papa en Ñu Guasu. También se vuelven a utilizar la mayoría de los adornos con los cocos originales, todavía con los nombres y las firmas de cientos de personas que dejaron sus mensajes al Papa.
“Los cocos resistieron al tiempo y hemos querido conservarlos por el gran sentido simbólico que tienen para la gente”, explica Koki. El maíz, la calabaza y los granos sí tuvieron que ser totalmente nuevos.
Los tres cuadros serán además las escenografías para las celebraciones centrales del Jueves y Viernes Santo, que este año nuevamente se aprestan a recibir a miles de visitantes.