PILAR
La fuerte precipitación en la capital sureña inundó varios comercios y viviendas, principalmente en zonas bajas de Pilar. La tormenta también afectó a gran parte de Ñeembucú. Solo dos horas de lluvia bastaron para que varias calles y avenidas se vieran completamente anegadas.
Resultaron muy afectadas las familias de las zonas bajas, ya que la copiosa precipitación tomó desprevenidos a los vecinos. Según datos, en dos horas seguidas se registraron 98,5 milímetros de aguas caídas.
La lluvia en gran cantidad comenzó alrededor de las 16.00 de ayer e hizo revivir situaciones que solo se habían registrado a comienzos de este año, en el mes de enero, cuando se descargaron cerca de 200 milímetros.
Varios sectores de la capital del duodécimo departamento sintieron los rigores de la naturaleza. La ciudad está situada en una zona muy baja; los desagües pluviales no abastecieron. Cientos de viviendas quedaron bajo agua; felizmente, tanto el río Paraguay como el arroyo Ñeembucú se encuentran en franco descenso. Este panorama permitió el rápido escurrimiento de la gran masa de agua que se acumuló con la torrencial lluvia.
También ocurrió un accidente; un señor estaba cambiando la rueda de su vehículo y se deslizó el rodado sobre él, por lo que sufrió traumatismo de cráneo. Está fuera de peligro en el Hospital Regional.