El índice de referencia Nikkei cerró con un avance de 67,57 puntos, un 0,36 por ciento, y quedó en los 18.664,63 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, ganó 9,59 puntos, un 0,65 por ciento, hasta las 1.489,77 unidades.
El parqué tokiota volvió al terreno positivo después de caer 264,21 puntos ayer y tocar su mínimo en cuatro meses, situación que aprovecharon los inversores para buscar gangas durante la jornada, según apuntaron analistas locales.
El Nikkei se tuvo que enfrentar, sin embargo, a una jornada con muchos altibajos.
El optimismo inicial debido a la devaluación del yen frente al dólar -una tendencia que favorece a los exportadores nipones-, pareció cambiar justo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmara que había ordenado un ataque militar contra un aeródromo sirio.
El sector energético aprovechó la subida en el precio del crudo tras estos bombardeos: las petroleras Showa Shell Sekiyu e Inpex avanzaron un 1,8 por ciento y un 4 por ciento respectivamente.
Las aerolíneas, sin embargo, perdieron terreno: Japan Airlines bajó un 0,9 por ciento y ANA Holdings se dejó un 2,3 por ciento.
El gigante Toshiba ganó un 0,6 por ciento después de que algunas informaciones apuntaran a que recibiría al menos 2 billones de yenes (16.995 millones de euros) por una posible venta de su unidad de memorias flash, uno de sus sectores más rentables.
En la primera sección, 1.475 valores avanzaron frente a los 430 que retrocedieron, mientras que 107 cerraron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,765 billones de yenes (23.495 millones de euros), frente a los 2,458 billones de yenes (20.921 millones de euros) de la víspera.
La Bolsa de Tokio cerró en negativo una semana complicada, a pesar de arrancar y cerrar con subidas, debido al constante fortalecimiento del yen, agravado por la incertidumbre política internacional.
El atentado en el metro de San Petersburgo, el lanzamiento de un misil norcoreano, el supuesto ataque químico contra civiles en Siria y la respuesta de la administración de Trump devolvieron al yen su condición de moneda refugio, algo que perjudicó a los exportadores nipones.
