El auto Hyundai Grand i10 que manejaba Mauricio Alejandro Benítez Torres (23) ya estaba parado cuando los guardias privados de la empresa Protek percutieron el último disparo que terminó con su vida. Ayer, el Ministerio Público imputó a los dos implicados en el hecho del jueves pasado en las inmediaciones del Jardín Botánico de Asunción.
La fiscala María Teresa Ruiz Díaz informó sobre cómo sucedieron los hechos, donde se investiga un fallo en la comunicación de Protek a sus patrulleros, y por otro lado el asesinato del joven, hermano de la dueña del automóvil.
ALERTA. Según la Fiscalía, Mauricio y Giovani Vera Cano habían salido con intenciones de hacer un recorrido para fumar una seis piedritas de crack. La intención era hacer un paseo y llegar de Luque hasta la Costanera de Asunción.
Pero cuando la hermana se percata de que no estaba su vehículo, ella llama a un funcionario de la empresa de Protek, explicándole la situación. El pedido fue claro, le pidió que active el GPS del móvil y le advirtió que era su hermano el que estaba manejando. “Activa el GPS. Tráeme mi auto y tráele a mi hermano”, habría sido el pedido.
ERROR. Para el Ministerio Público se tiene que investigar si hubo un error a pasarle la información a los dos patrulleros motorizados que salieron de la base de Protek, pues supuestamente ellos pensaban que el auto fue robado.
Con indicaciones de recuperar al automóvil, Óscar Tomás Blanco Ozuna (29) y Julián Herenio Ojeda (45) salieron de su base portando un revólver calibre .38 y en una motocicleta cada uno de ellos.
Giovanni, el que iba como acompañante, manifestó que ellos pensaron que estaban siendo perseguidos por la Policía. Esto los asustó, ya que Mauricio no tenía registro porque su padre le había sacado, y presumiendo que eran policías, les complicaba también la presunta droga que tenían.
Mauricio supuestamente le dijo que iban a correr, y empezó una persecución que terminó de la peor manera. Los de Protek hicieron una persecución como si se tratara de un ladrón y presumiendo ejercer funciones policiales.
PARADO. Uno de los guardias hizo dos disparos, y el otro uno. Según el relato, la persecución terminó en una zona sin salida. “En una persecución termina en un callejón. En un momento dado una de las motos se le adelanta y le hace el alto, esa moto queda al lado derecho del auto. Entonces ahí para el auto y ahí nomás viene el disparo de hacia atrás por el lado derecho”, señaló la fiscal.
Un disparo fue al aire, el otro le erró al vehículo, y el tercero y letal fue cuando ya el rodado estaba parado y terminó en la nuca del joven conductor.
El que ejecutó el tiro letal supuestamente fue Julián Benítez. Este fue imputado por homicidio doloso, en tanto que Óscar Blanco fue procesado por trasgresión a la Ley de Armas. La Fiscalía pidió prisión preventiva para el primero de ambos, y arresto domiciliario para el otro.
El permiso y el esquema de Protek serán investigados
La agente fiscal María Teresa Ruiz Díaz indicó que desde el momento en que los guardias privados de Protek (y de cualquier empresa de seguridad privada) salen a las calles a realizar recorridos portando armas de fuego violan la Ley de Armas.
Es que la normativa expresa claramente que las firmas habilitadas para operar por la Policía Nacional reciben permisos de tenencia por parte de las Fuerzas Armadas de la Nación. Este permiso les habilita a los empleados a tener armas en recintos privados cerrados, no en la vía pública.
Pero ellos no reciben el permiso de portación de armas, que se les da a los uniformados de las fuerzas del orden para circular con ellas en zona de la vía pública.