“Lógicamente en terapia intensiva buscamos salvar la vida, sobre todo del niño. Pero apuntamos a realizar ese salvataje trazando una calidad de vida posterior al tratamiento, cuidando todos esos aspectos”, refiere el pediatra Ricardo Iramain, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Cuidados Intensivos Pediátricos (Slacip).
Revela que a su vez suelen recibir pequeños pacientes, cuyo casos requieren los ingresos a la terapia intensiva. “En esta área pueden llegar a ser intubados, donde se requiere el uso de un respirador, lo que consiste en un tratamiento invasivo”, describe.
Consecuencias. “El respirador salva la vida, pero ¿a qué costo y cómo afecta la calidad de esa vida? Hemos visto que los respiradores dejan secuelas neurológicas, pulmonares y cardíacas”, describe Iramain.
Explica que la alta concentración de oxígeno que demanda el respirador artificial, puede llegar a dañar el pulmón. A raíz de esto se convierten en hiperactivos bronquiales, situación que los hace más sensibles a las enfermedades respiratorias.
Iramain indica además que la alta cantidad de oxígeno puede afectar al cerebro. Esto puede derivar luego en convulsiones y en trastornos en el aprendizaje.
Refirió también que a un niño en terapia intensiva se le administra medicamentos fuertes, lo que puede afectar a su corazón.
Diferencias. El titular de la Sociedad Latinoamericana de Cuidados Intensivos Pediátricos señala que en los cuidados intensivos el niño está bajo permanente observación a cargo de los médicos y el personal de salud, con horarios preestablecidos. En el caso de la terapia intensiva ya se puede llegar a la intubación.
Comentó, las causas más comunes en que los niños son derivados en el cuidado intensivo son las infecciones respiratorias agudas, las gastroenteritis y las convulsiones febriles.
“A los pediatras nos sorprende que en el país aún tengamos a la gastroenteritis como una de las causas, considerando que existe la vacuna contra el rotavirus. Tenemos muchos casos de niños que se descompensan y deshidratan por este problema”, señaló el médico con cierta preocupación.
Sugerencias. El doctor Iramain es tajante al decir que el niño que es dado de alta en el cuidado intensivo termina una fase, pero comienza otra. Explicó que en el caso de los que tienen algún tipo de trastorno en el aprendizaje luego de ser intubados, deben acudir a una sicopedagoga. “Este es un trabajo multidisciplinario que no acaba con el alta, luego debe continuar para evaluar las consecuencias”.
Reveló que solo el 50% de los padres que tuvieron a sus hijos en estas etapas, siguen el tratamiento posterior. Mencionó que ya existen alternativas para evitar el tratamiento invasivo para los que necesitan respiración artificial. Se trata de una cánula nasal de alto flujo conectada a un aparato. Este procedimiento ya se utiliza en el Hospital de Clínicas, comentó.
Congreso. El pediatra será uno de los participantes del XIV Congreso Latinoamericano de Cuidados Intensivos Pediátricos. El evento se realizará desde hoy hasta el 29 de julio. Participarán más de 40 médicos procedentes de distintos países. Informes en www.slacip2017paraguay.com.