18 abr. 2024

Supercondón

Por Luis Bareiro

Luis Bareiro.jpg

La historia tiene tantas aristas. La mujer sintió dolores de parto en el colectivo y bajó desesperada en busca de ayuda. Entró a una farmacia y el propietario, en un acto de suprema indignidad, la echó para evitarse problemas. Intentó alcanzar otra, pero una fuerte contracción la tumbó. Cayó al suelo en la vereda, y allí, rodeada de tres o cuatro pasajeros que la siguieron desde el ómnibus, dio a luz a un varón de dos kilos y medio.

Llovía. Un colectivo se detuvo justo al lado de ese alumbramiento público. Dos hombres que vieron al bebé desnudo en brazos de una de las parteras de facto se quitaron la remera y la arrojaron por la ventanilla para que cubrieran con ellas al recién nacido. Había suficientes elementos para calificar esa sucesión de eventos de hondo contenido humano como un todo inexplicablemente único, un milagro para los místicos.

Luego vinieron los detalles menos estimulantes. Era el vigésimo parto de la mujer. De los veinte retoños, ocho fallecieron en circunstancias no explicadas. Ella vive de la venta de yuyos. Su pareja, que se presentó ante las cámaras como un padre laborioso que fabrica dulce de maní para venderlos y mantener así a su copiosa prole, tiene una larga lista de denuncias por atropello de domicilio y violencia intrafamiliar.

El comisario de su barrio lo calificó como un “viejo amigo del calabozo”. Una veintena de vecinas montó guardia frente a su vivienda –un precario rancho de madera y paja que está a punto de venirse abajo– para evitar que “como acostumbra” –según ellas– se aparezca borracho y se robe lo que la gente donó para el bebé.

Cuando se le preguntó a una profesional del Ministerio de Salud cómo después del quinto o el sexto o el séptimo parto nadie del Estado se acercó a recomendar enérgicamente a esta pareja el uso de algún método anticonceptivo, la mujer respondió con dolorosa resignación que ya no saben cómo luchar contra la contracultura machista y el extremismo religioso que neutralizan cualquier intento práctico de control de la natalidad.

Me pareció que exageró sobre la cuestión religiosa y lo comenté en las redes sociales. Al toque me respondieron varios de los extremistas afirmándome que la simiente del hombre tiene por único fin la procreación y que cualquier otro uso es contrario a la vida.

Casi me caigo de espaldas. Según esto, millones de adolescentes cometen genocidio a diario, algunos varias veces al día. Es más, es seguro que esas prácticas “criminales” se mantienen en innumerables casos a lo largo de toda la vida “útil”.

Es obvio que para desmontar toda esta construcción contracultural en torno al uso práctico de un simple adminículo que puede evitar barbaridades como la de esta mujer alumbrando su vigésimo hijo en la calle es necesario empezar en las aulas.

Que las iglesias se encarguen de sus fieles, el Estado necesita retornar al preservativo al pabellón de los héroes.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.