ALTO PARAGUAY
En el Departamento de Alto Paraguay es una constante el deficiente servicio de agua potable que reciben los habitantes, a pesar de que todas las localidades son ribereñas.
Fuerte Olimpo es la capital del departamento; su sistema de fluido no abastece en la totalidad de la población. Existen barrios en donde muchas veces no alcanza el servicio, según reporte de algunos vecinos que comentaron que en el barrio Don Bosco es un sector donde a duras penas llegan unos chorros del vital líquido.
Cuando hay escasez se junta agua cruda del río y algunos pobladores pagan por cada acarreo de agua 15.000 guaraníes. No hay más remedio dicen, ya que el líquido es imprescindible.
El precio que se paga por el servicio es de 25.000 a 35.000 guaraníes y, según denunciaron los pobladores, no cuentan con medidores. La aguatera que administra el servicio fue creada hace más de 15 años y trabaja de manera irregular.
Incluso, los moradores recuerdan una mala experiencia de épocas pasadas cuando el actual intendente Sergio Cuéllar fue presidente de la Junta de Saneamiento y dejó una deuda de aproximadamente G. 60.000.000.
Esta deuda fue contraída por el servicio de energía eléctrica de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y tuvo que ser pagada por otra administración que le sucedió en la comisión.
No es potable. Los vecinos refieren que el agua que reciben en la canilla no es 100 por ciento potable, ya que consideran que es de mala calidad. “Algunas veces se percibe en el líquido el sabor de la cal, otras veces el exceso de cloro que son productos que se utilizan para tratar”, refiere una usuaria.
La localidad no está aislada de los problemas que afrontan otras comunidades chaqueñas que viven a la vera del río Paraguay, un enorme recurso natural que no es aprovechado para abastecer a las comunidades del líquido vital para el consumo humano. Se carece de políticas públicas para plantear de una vez por todo el mejoramiento del servicio a la población que sea óptimo y constante las 24 horas.
Contraparte. Las aguateras también se quejan por la alta tasa de morosidad de los usuarios, donde inclusive las propias autoridades no abonan el pago por el servicio. Además de la fuga que existe por el derroche que hacen algunos moradores lavando sus vehículos.