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A excepción del final, esta película tiene un parecido extraordinario con One Day, protagonizada por Anne Hathaway y Jim Sturgess.
Y es justo en la idea central donde la similitud se da y que hace también de ellas historias muy difíciles de creer. Que un chico y una chica se amen tanto y por años, y que sin embargo nunca ninguno de los dos se anime a verbalizar sus sentimientos y que esta sea la causa de sus respectivas infelicidades en el amor, es una idea muy absurda para una película romántica actual.
Pero bueno, esa es la idea fuerza que moviliza toda la acción restante, así que tenemos que asumirla como irremediable.
La desgraciada vida amorosa de Alex y Rosie es balanceada con momentos graciosos, pues estamos efectivamente ante una comedia. Esto hace que todo sea más llevadero, especialmente para el espectador que sufre con ambos, ya sea en las malas decisiones del corazón y en los varios momentos en que parece que las cosas se darán por fin y reconocerán su amor, cosa que finalmente nunca sucede y así continúan las lágrimas y las risas.
Los protagonistas tienen muy buena química, y el resto del reparto también hace muy bien sus papeles secundarios. El humor británico está muy bien presentado, más aún teniendo en cuenta que la vida de Alex y Rosie no es color de rosa siempre.
De entre las graciosas escenas, hay una, sin embargo, que caería mejor como un gag para una producción animada, pero acá es muy forzada; ya lo juzgarán ustedes cuando vean a Rosie saliendo de su casa con un pedazo de su cama esposado a su brazo.
Otra inconsistencia más es que en la secundaria ambos se comunican por medio de chats, emails y mensajes de texto; sin embargo, cuando por fin uno de ellos se anima a confesar lo que siente ¡no tiene mejor idea que escribir una carta y enviarla por el cartero!, lo que supondrá una serie de obstáculos y más meses de sufrimiento evitables si seguían sus usuales formas de comunicarse.
En fin, aunque destinada al sensible grupo de adolescentes, que por supuesto llorarán y reirán con estos Romeo y Julieta contemporáneos, un relato con momentos más creíbles hubiese quedado mejor. Quizá la novela original sea más inteligente, pero esta adaptación no ha quedado tan bien como aquella Postdata: te amo, que tan bien le resultó a la escritora Cecilia Ahern.