Iván Lisboa
El economista Óscar Rodríguez Campuzano dialogó con ÚH acerca del polémico proyecto de ley del Frente Guasu para gravar la exportación de granos. El ex viceministro de Relaciones Económicas de la Cancillería afirmó que los enemigos de los productores son los exportadores, no el Gobierno o el Parlamento. Resaltó que cambiar el Iragro no es la solución.
–¿Por qué dice que es un proyecto adecuado?
–Porque está dirigido al exportador, a los grandes y a las cooperativas, que son los que exportan; no es un impuesto al pequeño productor, porque en nuestro país no hay pequeños exportadores.
–¿Pero no afectaría al pequeño productor, que es el que negocia con los exportadores?
–No, porque no es un impuesto a la producción. Los productores tendrían que saber negociar ya con los exportadores, no es una tarea de ningún Gobierno, es de ellos. Así como vos negociás con el diario tu salario, ellos también tienen que pelear. Por ejemplo, para traer el producto al Mercado de Abasto, ellos tienen que negociar, eso es parte de la economía.
–Hacienda asegura que ese 15% se va a transferir al productor.
–La teoría económica dice que los impuestos no se pueden transferir totalmente de un sector a otro, porque los impuestos dependen de la elasticidad de los productos en cuestión, que serían la soja y, en menor medida, el maíz y el trigo. Estos exportadores hacen negocio con lo producido por los productores. Los exportadores son grandes empresas que están en todos los países productores de granos. Y estos dominan el precio del mercado internacional. Ellos hacen negocio comprando la producción local, pero no se van a ir porque les van a cobrar el 15%, porque exportar seguirá siendo un gran negocio. Eso sí, van a pelear por ver quién paga.
–Se compara mucho esta situación con la vivida en Argentina.
–En Argentina se tenía una presión tributaria del 35% y la producción de soja en ese país se duplicó. Y ganó terreno a la producción vacuna incluso, porque gran parte del terreno vacuno pasó a la producción de soja. Eso nos indica la magnitud del negocio. Estos no corren por un 15% y este negocio es tan importante que el país necesita participar.
–¿Participar?
–El país pone la tierra, el agua, las rutas. Y, segundo, el Gobierno está sin recursos, está colocando bonos casi todos los meses para equilibrar su renta fiscal. Entonces, esto podría ser una ocasión inmejorable para participar a través de los impuestos, para recaudar más. De lo contrario, el Gobierno va a seguir endeudándose. Este Gobierno en tres años duplicó la deuda externa y si no consigue recursos va a seguir por este camino, y eso lo vamos a tener que pagar todos, no solo los sojeros.
–¿Y qué pasa con el maíz y el trigo?
–Por el lado del maíz... y bueno, a lo mejor se vuelve más rentable aumentar la producción de pollos y de cerdos. Se utiliza como alimento el maíz, entonces no hace falta exportar. En cuanto al trigo, la mayor parte de la producción se consume localmente, se convierte en harina, y harina en panificados, y no va a pagar impuesto, porque no se exporta. Y esto puede ser sumamente importante para generar fuentes de trabajo y darles valor agregado a nuestras exportaciones.
–¿Por qué no el impuesto a la renta?
–Porque estas empresas exportadoras tienen sus filiales o matrices en diferentes partes del mundo. Las ventas que se hacen entre empresas del mismo dueño se hacen subvaluando la producción, el producto. Entonces, te dicen que su matriz le compró a tanto, compara con su costo de producción y no tiene ganancia. Y esto genera problemas en todo el mundo; y peor que nosotros no tenemos un Ministerio de Hacienda fuerte y desarrollado que pueda controlar esto. No pudieron ni siquiera controlar la renta personal, ya demostraron eso.Por eso me llama la atención la posición de Hacienda, porque no hay ningún exportador que se esté quejando y a Hacienda no le alcanza su presupuesto. Los sojeros tienen las mejores tierras y se justifica plenamente este impuesto. Ellos son los enemigos de los productores, porque ellos son los que quieren bajarle los precios, no el Estado.
–Algunos economistas decían que se va a encarecer la producción nacional con la implementación del impuesto.
–De ninguna manera, porque el trigo que se usa a nivel local o el maíz no tienen gravamen. Solamente lo que se exporta en granos no procesados. No va a disminuir la producción, es un negocio muy grande en el mundo. De hecho, si disminuyen las exportaciones, van a disminuir también las importaciones y tendremos más producción nacional disponible.