24 jul. 2025

Sin pena ni gloria quedaron las ocho víctimas de aquel Marzo Paraguayo

A 17 años de aquella fatídica noche que fue testigo de una masacre, no se prevé ninguna actividad en memoria de los jóvenes asesinados. Solo existe un condenado y varios absueltos por la Justicia.

Muralla humana.  La plaza frente al Congreso se llenó con jóvenes aquel Marzo Paraguayo, que dejó como saldo 8 muertos.

Muralla humana. La plaza frente al Congreso se llenó con jóvenes aquel Marzo Paraguayo, que dejó como saldo 8 muertos.

Otro año más en el olvido para las jóvenes víctimas y sus familiares de aquel fatídico Marzo Paraguayo de 1999.

Hoy hace 17 años del hecho, y solo hubo un condenado y varios absueltos por la Justicia.

No se prevé ninguna actividad hoy en memoria de los que en vida fueron José Zarza Caballero, Armando Espinoza, Manfred Stark, Víctor Molas Gini, Henry Díaz Bernal, Cristóbal Espínola, Tomás Rojas y Arnaldo Paredes.

Una cruz se había levantado en la plaza frente al Congreso Nacional que está totalmente abandonada y convertida en un basural actualmente.

Todo comenzó con una movilización ciudadana que se aglutinó en la capital, tras el asesinato del entonces vicepresidente de la República, Luis María Argaña, el 23 de marzo de 1999.

El gobierno estaba bajo las riendas del oviedismo, con la presidencia de Raúl Cubas, quien por los acontecimientos y ante un inminente juicio político tuvo que renunciar.

Tres días después, el 26 de marzo en horas de la noche, se abrió fuego desde los edificios cercanos al Congreso, que dejaron como saldo siete manifestantes muertos y más de 700 heridos.

Se habló de la presencia de francotiradores que se instalaron en distintos puntos con el objetivo de dispersar la movilización. Otro de los que participaron en la protesta murió un año después, a causa de las heridas.

El único condenado. De los 39 procesados por esta masacre, solamente fue condenado y a 25 años de cárcel Walter Gamarra, quien fue filmado disparando a la multitud la noche del 26.

Como autor moral de lo sucedido fue marcado Lino César Oviedo, quien estuvo prófugo por varios años en Brasil, hasta que decidió volver a Paraguay y terminó preso en Viñas Cué, con otros cargos como el de intento de golpe en 1996, además de la muerte de los 8 jóvenes del Marzo.

Finalmente, durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, en el 2007, la Justicia le levantó todos los cargos, y quedó libre. Luego de volver a activar en política, tuvo un trágico final al caer el helicóptero en el que volaba, el 2 de febrero de 2013.

La madre de Henry Díaz Bernal, Gladys Bernal, fue una de las protagonistas que llevaron adelante su lucha por esclarecer lo sucedido.

A estas alturas, aquejada de varias dolencias, alega que solo un reducido grupo de personas tienen la intención de ir a prender una vela a la cruz ubicada en una de las plazas frente al Congreso.

En una entrevista con este diario la semana pasada, señaló que ya no tiene la fuerza que antes para organizar actos grandes y que en la misma situación se encuentran los familiares de los demás jóvenes que dejaron su vida y hoy quedaron en el olvido.