En una entrevista, Castro dijo que Brasil comenzará a exigir notificaciones obligatorias de los casos por parte de los gobiernos locales a partir de la próxima semana, cuando la mayoría de los estados tendrán laboratorios equipados para la prueba del zika, el virus transmitido por mosquitos que se ha propagado rápidamente a través de América Latina. Castro agregó que los investigadores brasileños están convencidos de que el virus del zika es la causa de los 3.700 casos confirmados y sospechosos de los recién nacidos con defectos cerebrales en Brasil. También insistió en que el virus no se puede transmitir de persona a persona, solamente por mosquitos. Brasil seguirá la decisión que tomó EEUU la semana pasada, de prohibir las donaciones de sangre de personas que han estado infectadas con zika, dijo. La enfermedad, detectada por primera vez en América en Brasil el año pasado, no tiene ninguna vacuna ni cura conocida.
La presidenta Dilma Rousseff aprobó una medida que permite a los funcionarios del área de salud allanar edificios para combatir al mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, el zika y la chikungunya. La medida permite a los oficiales forzar la entrada de los inmuebles públicos y privados para eliminar focos del insecto, aunque el dueño no se encuentre en su interior. El texto autoriza a funcionarios a solicitar la ayuda de la Policía para entrar en algún local donde se sospeche que haya un criadero de Aedes aegypti, que suele poner huevos en aguas limpias y estancadas. REUTERS-EFE