Lucía Sandoval fue acusada por el Ministerio Público de haber matado a su marido, Huber Martínez Villasboa, a quien ella había denunciado por violencia intrafamiliar.
El hombre tenía orden de no acercarse a la casa ni a ella, pero la desacató. Un día fue hasta la vivienda y el encuentro con la mujer terminó en una pelea. En ese momento el hombre recibió un disparo de arma de fuego que le produjo su deceso.
Sandoval fue imputada por homicidio doloso y fue trasladada al penal de mujeres. Sin embargo, tres años después recuperó su libertad, ya que el Colegiado la absolvió por duda. Luego, la Cámara confirmó la sentencia. Ahora, la Corte debe resolver el recurso de casación presentado por la Fiscalía.
Este fue el motivo que la llevó a estudiar la carrera de Derecho estando aún recluida en la cárcel del Buen Pastor.
“Decidí estudiar Derecho para recuperar mi libertad, también para poder defender a las mujeres que padecían violencia familiar al igual que yo”, comentó Lucía Sandoval en comunicación con Última Hora. Comentó que en el año 2011 empezó la carrera de Abogacía, la cual culminó el pasado mes de abril.
Estudio jurídico. En agosto último inauguró su estudio jurídico ubicado en el edificio Guido Masi, en Asunción, junto a las abogadas Romina Rolón y Margarita Heralesky. Ambas letradas le habían defendido durante el juicio oral y público.
Actualmente, Sandoval cuenta con ocho casos por violencia familiar y busca llegar hasta que los presuntos golpeadores sean condenados. Incluso, refirió que una mujer la contactó a través de las redes sociales por un caso de régimen de relacionamiento y prestación alimentaria.
“Se sienten identificadas conmigo y me buscan para que les represente; me tienen confianza. Antes de contratarme como su abogada, me cuentan sus problemas y las contengo”, mencionó Lucía Sandoval.
Mencionó que los Juzgados de Paz en un día decretan la exclusión del hogar en los casos que litiga actualmente.
“Siempre voy a concientizar y ayudar a las mujeres que son víctimas de violencia infrafamiliar”, puntualizó la novel abogada.
Pero su trabajo no se reduce al litigio, ya que habló con las autoridades del Buen Pastor para dar charlas y orientación legal a las reclusas.