El líder del movimiento Cambiemos, que se presenta por la Lista 4, vaticinó un partido difícil bajo la conducción de una de las dos corrientes antagónicas del partido, refiriéndose al llanismo y efrainismo.
“Yo creo que solo si nosotros ganamos podemos unir verdaderamente a todos, porque yo no tengo ningún problema personal ni con Llano ni con Efraín; ahora con ellos será difícil porque son agua y aceite, en cambio yo me comprometo a sentarme a conversar todos juntos”, dijo.
Reiteró que si no se fortalece la institucionalidad con el diálogo y no se deja de lado los ataques personales, no se podrá avanzar hacia el 2018. “Queremos después instalar una oposición firme al Gobierno y que el PLRA tenga propuestas y soluciones para la gente, porque hoy nadie se manifiesta respecto a estos problemas”, afirmó y puso como ejemplo el actual desastre natural que se suscita con el río Pilcomayo.
Fuerza. Aseguró que es mentira que tenga problemas con la constitución de mesas.
Refirió que sus fichas están puestas en el interior del país, puesto que allí se concentra el 64% de los votos.
Ve a Alto Paraná y Caaguazú, los dos departamentos que están detrás de Central como los de mayor caudal electoral liberal, como claves para intentar el triunfo.