Este moderno formato se vale de equipos específicos para sumergir al espectador en una experiencia única, recreando en la sala de proyección las condiciones físicas que se ven en la pantalla, de forma sincronizada.
ETAPA FINAL. “Estamos en el tramo final de los trabajos, pero aún no tenemos una fecha confirmada para las primeras funciones”, declaró el ingeniero Christian Díaz, coordinador de Cines Itaú Pinedo e Hiperseis.
No obstante, en marzo podría darse el debut y, aunque aún no existe una tarifa confirmada para el acceso a las proyecciones en 4D, se espera que los precios sean diferenciados, con respecto a las exhibiciones en 2D y 3D.
PROYECCIÓN LÁSER. Otra de las novedades que se incorporan en los Cines Itaú Pinedo es la utilización de los proyectores láser, que ofrecen mayor contraste y uniformidad de la imagen, además de reducir en hasta un 65% el consumo energético.
La ampliación también incluye la próxima habilitación de una sala convencional, con proyección láser y sonidos envolventes surround 7.1. Una vez inauguradas las mejoras, el complejo contará con un total de seis salas dotadas con equipamiento de alta tecnología y un sector prémium.
El cine 4D es un sistema de proyección de películas que recrea en la sala las condiciones físicas que se ven en la pantalla, butacas con movimientos, aromas, agua, temblor, impacto de aire y luces sincronizadas con la película, generando una experiencia inmersiva de alto impacto sensorial.
Las salas de cine en 4D pueden proyectar tanto en formato 3D como en formato 2D (el formato común sin necesidad de lentes).
En Latinoamérica, las primeras salas comenzaron a funcionar en 2011 en México. Actualmente, este mercado sigue creciendo en Sudamérica, siendo Buenos Aires (Argentina) una de las ciudades con mayor expansión en este sentido, con 11 salas habilitadas con la referida tecnología.
En la actualidad, también existen varios proyectos de instalación del formato 4D en otros países de la región.
Algunos aspectos de la tecnología
El formato 4D recrea en la sala, de forma sincronizada con la acción que ocurre en la pantalla, las condiciones físicas del filme.
Esto puede incluir temblores, niebla, salpicones de agua, ondas de luz, aromas, burbujas, ráfagas de viento y diversos movimientos de las butacas, entre otros efectos provenientes de las sillas y equipamientos instalados en las salas que utilizan esta tecnología.
En la región son aún escazas las salas que cuentan con este formato, debido a su elevado costo de instalación. La capital argentina, Buenos Aires, es la que cuenta con el mayor número de complejos, un total de 11, capaces de beneficiar a la audiencia con la experiencia inmersiva en 4D.