“Roberto estaba muy angustiado, agobiado. El viernes hablé con él casi por media hora, sentí que algo malo le estaba pasando y como que se estaba despidiendo de mí”, comentó Romerito, que pese a la repentina muerte de Cabañas, siente que está descansando de varios problemas personales que tenían al jugador afligido.
PERSONALIDAD. Romerito también resaltó que la forma de ser de Cabañas era algo superficial, ya que por dentro era muy sensible.
“Él de afuera parecía un roble, pero por dentro era frágil, muy sensible, necesitaba de cariño y terminó entregándose”, comentó.
A Romerito no le extrañó el poco reconocimiento de la APF hacia Cabañas, pero sí llamó la atención al pueblo en general para que quiera más a sus ídolos. “Después de muerto te hacen caravanas, pero en vida hay que hacer las cosas y agradecerles a las personas”, deslizó el astro del fútbol paraguayo.