Se trató de Athena, organizada por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y la propia Interpol, y de Pandora II, que estuvo coordinada por la Guardia Civil española y por Europol.
La Guardia Civil aprehendió más de 2.000 objetos culturales que se vendían en plataformas digitales, en su mayoría monedas de la época romana, explicó la agencia policial internacional en un comunicado. Los agentes españoles también decomisaron 88 piezas de marfil, así como armas antiguas, incluidas espadas, una ballesta y 39 armas de fuego históricas, desde rifles hasta pistolas.
Eso fue una parte de las más de 7.000 piezas recuperadas por las fuerzas del orden internacionales gracias al control de sitios de venta por internet (casi un 20% del total), lo que para Interpol pone en evidencia la creciente importancia de la red en el tráfico ilegal de bienes culturales. Entre los objetos más destacados, en este caso requisado por la Policía de Argentina, está un caparazón de un gliptodon, un mamífero extinguido que vivió hace más de un millón de años, y que se había puesto a la venta por 150.000 dólares.
El secretario general de Interpol, Jürgen Stock, subrayó que para los delincuentes el mercado negro de arte se está haciendo “tan lucrativo como el de las drogas, las armas y las falsificaciones” y que los objetos antiguos representan para los grupos terroristas “una fuente potencial de grandes ingresos”. EFE