El primero pertenece a Jorge Fabiano, quien busca darle valor a su vida con la música. El segundo, de Anerah, se grabó con intenciones de entregar mensajes positivos.
Esteban Morán viajó hace meses a la playa para relajarse y pensar en el nombre que le daría a su agrupación. Cuando vio la arena automáticamente le tomó prestado el nombre: “Le cambié la r con la n porque es algo más original para los buscadores y será más fácil encontrarnos y escucharnos”, dijo el cantante en una entrevista con ÚH.
Es una peculiaridad que se diferencia de su anterior grupo, Warning, que ya no está vigente y que a diferencia del actual sí tenía un nombre con significado.
“Anerah no tiene un significado pero tiene una historia”, dice durante los días previos al lanzamiento de Versos en Códigos, su primer álbum de once temas grabado en 2015.
“Hacemos esto por un amor y un hobby por la música”, aseguran Esteban y Guillermo, dos hermanos que viven en Asunción y ensayan en su casa con sus instrumentos.
El contenido de sus canciones busca emitir mensajes positivos y aunque no hablen de ningún Dios, “siempre se encuentra presente”, como en “Matices”, el primer corte promocional, donde aseguran que cada personaje cambia su vida al final de la historia.
El grupo lanzó su disco el jueves de la semana pasada y ahora tiene planes de grabar un segundo videoclip. Puede conocer más de la música y publicaciones que hacen en sus páginas de Facebook y YouTube, y escucharlos en Spotify, Deezer y iTunes.
Hola mundo
En 2015 Jorge Fabiano atravesó por una experiencia cercana a la muerte que le hizo pensar mucho sobre la fragilidad de la vida. Fue una etapa complicada porque también estaba grabando su primer disco. Sin embargo, gracias a su tenacidad, logró sobrevivir y grabar su material con una última canción que le recuerda esos días difíciles.
Hola Mundo era un sueño anhelado desde siempre. “Esa era mi meta”, dice al recordar el día que culminó su carrera de Ingeniería Electrónica y consiguió su primer empleo. “Con mi primer sueldo me fui a grabar. Quería cumplir mi sueño”, recuerda.
La última canción, “Confiar”, es una de las más positivas porque le recuerda su batalla contra la muerte; gracias a ella ahora siente que lo único que puede cambiar el mundo es el amor y la música. “Y yo tengo comprobado que la música me salvó”, asegura.
Jorge no encuentra en su voz nada muy especial. Incluso admite que cuando tenía 18 años no le gustaba cómo se oía cantando. Pero ahora que tiene 26 no tiene problemas en presentarse en bares de Asunción como solista. “No me considero músico”, dice pensando en el significado académico de la palabra. “Pero me alentaba ver que a mis amigos les gustaba mis canciones; de otra manera no iba a grabar”, confiesa.
El título de su disco tiene relación con las enseñanzas de la programación informática, porque el primer ejercicio que enseñan a los estudiantes es hacer aparecer en la pantalla de la computadora esas dos palabras iniciales. De esta manera él quiere relacionar su profesión con su arte, porque se trata de “su primer paso en la música”.
En su canal de YouTube puede escuchar el disco y ver un minidocumental referente.