En teoría, la lluvia acompañará a los pilotos durante las 71 vueltas que darán al circuito ubicado en Sao Paulo hasta completar los 305 kilómetros previstos por la organización de la carrera.
En cuanto a la temperatura, el termómetro registrará una máxima de 25 grados centígrados y una mínima de 15, mientras que la humedad oscilará entre el 62 % y el 98 %.
Desde primera hora de la mañana la mayor urbe brasileña amanecía con precipitaciones de mediana intensidad y el cielo completamente encapotado, lo que será un factor determinante para un Gran Premio de Brasil que puede decidir el campeonato mundial a falta de la última carrera de la temporada que se celebrará en Abu Dabi.
El piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) lidera la clasificación general con 349 puntos, diecinueve menos que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, que en la sesión de calificación de este sábado marcó el mejor tiempo y saldrá desde la ‘pole’.
Rosberg, que ya ganó en Brasil en 2014 y 2015, le acompañará en la primera línea de la parrilla e intentará pasar a Hamilton “en el primer giro”, según desveló en rueda de prensa.
En caso de repetir victoria por tercer año consecutivo, el piloto germano se proclamará campeón del mundo por primera vez, aunque también le vale ser segundo y que su compañero ocupe la quinta plaza.
Algunos pilotos, como el español Carlos Sainz (Toro Rosso), que sale decimoquinto, prefieren que la carrera esté pasada por agua con objeto de ganar posiciones y tener opciones de acabar entre los diez primeros de la prueba.
