“En este momento, Petropar necesita retornar los beneficios a la comunidad en cuanto a mejores precios de combustible y derivados”, indicó como uno de sus objetivos el nuevo titular de la petrolera estatal a radio Monumental 1080 AM.
Eddie Ramón Jara Rojas, que estaba como gerente financiero de la Industria Nacional del Cemento (INC), fue el elegido del presidente Horacio Cartes para presidir la polémica y controvertida empresa pública de combustibles.
Habló de la necesidad de lograr una gestión transparente y honesta para sacar adelante a la institución con eficiencia y eficacia.
“No dudamos cuando entramos a INC que se puede lograr la transparencia, para nosotros el querer es poder y el poder es conseguir”, expresó.
Recordó que con esos principios lograron tener buenos resultados en la cementera estatal, que en años anteriores siempre cerraba con déficit.
“Las acciones que se tomen siempre serán mirando a la ciudadanía, al pueblo. Eso la gente no debe dudar”, mencionó en otro momento, al tiempo de agregar que las buenas prácticas uno obtiene con los años de experiencia.
Por eso recalcó que con una buena gestión se pueden revertir resultados malos y con mala administración se puede llevar a la quiebra a una empresa.
En el caso específico de Petropar, dijo que la buena administración pasará por verificar siempre los canales de venta, tener productos con márgenes de ganancia, lograr créditos en forma correcta, controlar los costos de producción, el nivel de salario, las horas extras, los costos innecesarios, entre otras cosas.
CUARTO EN PETROPAR. El licenciado Jara Rojas es el cuarto presidente de la petrolera en la era del presidente Cartes. El primero había sido Fleming Duarte, quien renunció al cargo en agosto de 2014.
Lo reemplazó en el cargo el ingeniero Rómulo Campos Krauer, quien fue destituido a fines de abril pasado, luego de que saltara a la opinión pública la sobrefacturación en la compra de 200.000 garrafas. En reemplazo, asumió como presidenta interina Catherine Vargas, quien renunció, aparentemente, debido a presiones políticas que derivaron en el cambio en la gerencia de la planta alcoholera de Mauricio José Troche.
Vargas, pese a ser gerente de Campos Krauer, negó tener responsabilidad en la licitación de las garrafas. Se limitó a sostener que un equipo interventor de auditoría del Ejecutivo se encargará de ver a los responsables, hecho que hasta ahora no ocurrió.