“Es un día de memoria porque se recuerda la muerte de aquel Paraguay pujante y la destrucción de más de la mitad de la población, eso de alguna manera condenó a Paraguay a muchos de sus males, no solamente con el fin de la guerra, sino con la ocupación aliada”, afirma el investigador.
No hay mal que por bien no venga. El traslado del feriado del 1 de marzo al lunes 26 febrero –comenta el historiador– es una oportunidad para que en las escuelas y colegios se realicen actos conmemorativos y que en clase se repase los hechos más resaltantes de la Guerra Grande, se hable de sus protagonistas, principalmente de las mujeres que se quedaron a reconstruir el país.
Chamorro resalta la necesidad de recuperar la memoria histórica y parte de esto implica, principalmente, en cuidar de los patrimonios históricos. Hace unos días causó indignación que el cañón El Criollo, utilizado en la guerra y emplazado hoy frente al Congreso, sirviera de soporte para las casas de los damnificados por la crecida. “Esto en otros países como Brasil no pasaría”, indicó.
Lamentó que –por ejemplo– en sitios arqueológicos como el de Acosta Ñu, ciudad de Eusebio Ayala, en donde se libró una de las batallas de la Guerra contra la Triple Alianza en la que murieron 3.000 niños, se siga extrayendo arcilla, poniendo en riesgo vestigios de esa contienda. Esto pese a la intervención de la Secretaría de Cultura. “Las instituciones deben tener más fuerza”.
Cerrado. El Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio de la Virgen de Asunción, parada obligatoria de turistas, estudiantes y en donde se realizan actos de honores a los héroes de la patria, seguirá inhabilitado otro Día de los Héroes por los trabajos de restauración y puesta en valor.
De acuerdo al MOPC, el Panteón estará listo recién en agosto.
Es un día de memoria, de recordar a héroes y personas que reconstruyeron el país. Fabián Chamorro, historiador.