Por Freddy Aguilera y Juan José Brull
ÑEEMBUCÚ
Un escueto papel encontrado por funcionarios de la Unidad contra el Narcotráfico de la Fiscalía de Pilar, que intervinieron en la incautación de 611 kilos de marihuana en el vehículo del intendente de Laureles, Ygnacio Fretes Acosta, con destino a Cerrito, Ñeembucú, reforzó las sospechas de que efectivos policiales de la zona daban cobertura a los envíos de la droga hacia Argentina. Es más, eran parte de la gran estructura del narcotráfico que opera en dicha región del país.
En el papel se detallan los montos que debía recibir cada uno de los integrantes que posibilitaban el traslado de la carga. El cálculo da 70 millones de guaraníes para cada uno si la droga pasaba a territorio argentino.
La banda paraguaya, que –según la investigación– era liderada presuntamente por el ahora ex intendente de Laureles, compró 1.500 kilos de marihuana prensada por 120.000 guaraníes el kilo, que totaliza 180 millones de guaraníes. Dicha banda trasladó los 1.500 kilos de la droga en avionetas que habrían bajado en una estancia cercana a Laureles, para luego trasladarlos en dos camionetas, ambas pertenecientes a Fretes Acosta.
El rentable negocio internacional ya tenía un destino y comprador hacia lado argentino y la venta fue acordada a 400.000 guaraníes el kilo, que da una ganancia triplicada de 600 millones de guaraníes.
En la nota encontrada en el primer vehículo incautado, una Nissan Mistral, color negro, que era guiada por el secretario general de la Comuna, Élber Gustavo Barrios, a quien acompañaba Fabriciano Arrúa Maciel, tenía los apellidos de los nombrados y procesados. Además, salta a la luz el apellido Méndez, quien se sospecha que sería el acompañante de Fretes Acosta en su camioneta Toyota Hilux, color bordó, que abandonaron en Pilar y que ya está en poder de la fiscala Ana Luz Franco, de la unidad Antinarcóticos de Pilar. La nota también menciona a la Policía como “beneficiaria”.
SIN CONTROL. Solo por la ruta 4 existe un control antes de llegar a Pilar: es en el cruce a San Juan del Ñeembucú, y en la capital del departamento.
Sin embargo, en las localidades ubicadas en la ruta de la droga, como Isla Umbú, Desmochados y Villalbín, viniendo por Pilar, o Yabebyry, por Misiones, por donde se debe de pasar necesariamente para llegar a Laureles y Cerrito, el control es nulo. No existe ni un personal policial en la ruta.
Los agentes involucrados en el esquema del narcotráfico internacional trabajan como campanas, filtran datos, dan información a la banda, inclusive señalan los movimientos de los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas y de sus propios camaradas del departamento Antinarcóticos de la zona. El trabajo para concluir con la detención del intendente de Laureles duró cinco meses y llegó a feliz término sin el involucramiento policial.