Un policía, una mujer y otros dos hombres son juzgados por el intento de homicidio de un espiritista, que recibió nada menos que 13 impactos de bala y sobrevivió. Según el fiscal, el agente le pidió “un trabajo”, pero la víctima se negó a hacerlo.
Los acusados son el agente Rubén Gustavo Duarte, que cumplía funciones en Identificaciones; Eliodoro Giménez Batista, el otro supuesto autor intelectual, y la pareja compuesta por José Luis Cáceres y María Liz Penayo, procesados como presuntos autores materiales.
Resultó víctima José Antonio Amarilla, quien sobrevivió a las 13 heridas. El hecho se registró el 23 de noviembre del 2007, en una vivienda ubicada en Zavala Cué y Florida, de la Zona Sur de Fernando de la Mora.
Según comentó Amarilla, él estaba en su casa cuando llegaron los acusados Cáceres y Penayo, quienes le dispararon casi sin mediar palabras. En total fueron 16 tiros, pero 13 dieron en el cuerpo del espiritista.
La víctima dijo a la prensa que trabajó unos 20 años para el también espiritista Julio Azuaga, pero luego se independizó. Ahí llegó Duarte, que le pidió que le haga un trabajo para tener suerte en el trabajo y también dinero, pero este se negó.
ACUSACIÓN. Según la acusación del fiscal Federico Espinoza, el agente que trabajaba en Identificaciones sacó una fotografía del prontuario de José Antonio Amarilla, puso el nombre atrás y se la dio a Giménez, quien luego contrató por 4 millones a Cáceres y Penayo.
Alega el fiscal que les dieron un adelanto de 500 mil guaraníes, para que mataran al espiritista. Sin embargo, en el allanamiento hallaron la fotografía, pero el prontuario policial desapareció.
En el juicio deben declarar unos 23 testigos que ofreció la Fiscalía. Por su parte, la defensa alega que no hay prueba de nitritos positiva ni diagnóstico que certifique tal cantidad de heridas de arma de fuego.
En el juicio oral, a cargo de los jueces Ricardo Medina, Carlos Vázquez y Lourdes Sanabria, se dispuso que continúe la audiencia el próximo viernes a las 11.30.