Un grupo de personas domiciliadas en la zona fronteriza con la Argentina tomó las calles, con carteles en mano, para pronunciarse contra el sistema judicial inoperante que rige para “los más vulnerables”, el cual se confabula con quienes “debe atacar”, según manifestantes.
Los afectados sostienen que la inseguridad es una realidad en el día a día y que, incluso, salir a caminar por la vía pública se volvió toda una utopía ante la alta inseguridad que los somete. Aseguran que, pese a las denuncias, la Policía reina por su ausencia.
Otro punto alarmante, dijeron, es la libre comercialización de las drogas “que destruye a nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos, provocando así la delincuencia”, según un manifiesto difundido por los organizadores. Despotricaron contra los agentes policiales que cobran para que la droga circule libremente. Refirieron que quienes realizan “tal trabajo” están identificados, pero nadie hace algo al respecto.
Resaltaron que la realidad en esta zona del país es terrible y que incluso ya no logran confiar en ningún uniformado. Critican la falta de transparencia a nivel judicial con relación a los juicios, multas y sanciones a quienes cometieron delitos.
“Pedimos la intervención inmediata frente a las denuncias dadas, ya sean telefónicas o personales, y el levantamiento minucioso de datos de la situación en la zona, así como patrullaje en los diferentes barrios, en especial en horarios nocturnos”, señalaron los manifestantes.
Coinciden en que una de las maneras de que Nanawa encuentre la paz es por medio de alianzas entre el municipio local, organismos sociales, comisiones vecinales y hasta con grupos religiosos y políticos para luchar contra los males.
Mencionaron que las protestas continuarán hasta que las autoridades se hagan eco de sus reiterados reclamos.