La tradición de armar este significativo pesebre ya se encuentra a cargo de la tercera y cuarta generación. La señora Ramona Sánchez expresa que ejecutar todo el armado ayuda a que la familia permanezca unida, ya que la prepara ración involucra a los hermanos, tíos, primos y sobrinos.
Expresó que también van sumándose a la labor otras familias y amigos que van aportando ideas y mano de obra para el armaje, que empieza a finales de octubre aproximadamente debido a su gran amplitud, que este año llega a 12 metros de ancho por 8 metros de fondo.
NOVEDADES. Todos los años presentan una nueva propuesta para que los visitantes queden impactados con las representaciones. En esta oportunidad se podrán apreciar las anunciaciones del Ángel Gabriel a María, a José y a la prima de la madre de Jesús, así como la posada donde no encontraron lugar y el establo donde María dio a luz.
Otra de las características es que esta vez se incorporan quince piezas móviles que representarán las profesiones de la época, como el dueño de la posada, un panadero, una lavandera, un carpintero, pastores de ovejas, entre otros, señaló Sánchez.
“El pesebre se fue ampliando con 2 metros más en su estructura, pasando a medir actualmente 12 x 8 metros, donde los visitantes tienen la oportunidad de ingresar hasta dentro de Belén y sentirse parte de ella, tomarse fotos y llevarse los mejores recuerdos”, relató sobre esta representación que gana elogios.
El arreglo está instalado dentro de un galpón que era la fábrica de miel de la familia. Actualmente el establecimiento está adaptado para contemplar una obra que en el 2015 fue declarada de interés cultural por la Comuna de la ciudad y en este 2016 también.
VISITA. El pesebre gigante estará disponible para el público en general desde este martes 20 hasta el Día de Reyes, en enero, donde se realiza un gran brindis para los chicos.
Para quienes quieran ir a verlo, está ubicado sobre la ruta Marcial Samaniego –que une Itá con Itauguá (camino al Hospital Nacional)–, a tres kilómetros de la ruta 2.