El joven comentó que fue al Vaticano el domingo a las 11.15. De allí pasaron al Palacio Apostólico, donde iban a aguardar la presencia del papa Francisco para reunirse con los fieles en la plaza de San Pedro, para el rezo del Ángelus.
“Llevé unos regalos, una chipa también. Estuvimos ahí esperando, nos habían dicho que nos íbamos a encontrar con él un poco antes que comience el Ángelus; le iba a explicar yo el tema del iPad, cómo se iban a inscribir, e íbamos a tener la posibilidad de hablar con él después”, refirió.
Dijo que, posteriormente, se abrió una puerta y estaba ahí el Papa, quien les saludó.
“Agarré mi bolsa de regalo, mi iPad, me voy para saludarle y le digo: ‘Hola, Santo Padre’. ‘Un honor, Ricardo’, me mira y me dice, '¿de dónde sos?’, ‘de Paraguay’, '¡ah de Paraguay!’”, dijo.
Afirmó que se quedó congelado mirándolo porque no podía creer que estaba ahí frente a frente con el papa Francisco. Luego caminaron con él e ingresaron a una sala donde iba a rezar el Ángelus.
“Luego nos mira y nos dice: '¿Cómo están?'; ‘bien, Santo Padre’, le digo. Después nos dice: '¿Quieren un chocolate?’, se va, saca una bandejita de chocolate, con mi mano temblando saco uno y le miro, le agradezco. Dijo que iba a rezar un rato y le acompañamos con la oración en silencio”, recordó.
El joven paraguayo se ubicó a la izquierda del Sumo Pontífice con el iPad y le explicó lo que tenía que realizar.
“Luego subimos al lado de la tarima, y fue una sensación increíble ver toda esa gente. Yo temblaba, temblaba, tenía el iPad en mi mano; él comienza a hablar y me mira para que le pase el iPad, le pongo y agarra, quiere apretar como si fuera un botón, empieza a apretar la pantalla, y ahí me di cuenta que no la cachó. Agarré, metí el dedo y apreté yo, él tenía que volver a apretar y pasó lo mismo; entonces volví a apretar yo. Ahí se rió, saqué el iPad y dijo: ‘Bueno, ahora me inscribí", comentó entre risas.
El hecho fue compartido por Villalba en su cuenta de Twitter.
Afirmó que Francisco es una persona que te trasmite muchas cosas con su presencia, como tranquilidad y paz. “Estar ahí con él fue muy fuerte, te tocaba el corazón”, dijo.
Posteriormente, el joven saludó con los brazos a todos los presentes, en compañía del Papa, para finalmente entregarle los regalos que le llevó.
“Le dije que es chipa paraguaya, ahí me dice: ‘Pero esta es buena’. Después le entregué un tríptico de palo santo, un rosario y dos cartas, una que le escribí yo y otra en nombre de Misión Roma. Le dije que él, para nosotros, es un mensajero de esperanza, de paz, y como laicos, queremos rejuvenecer la Iglesia y acompañarlo en su labor. ‘Yo rezo por usted’”, dijo.
El paraguayo le pidió la bendición y el Papa posó sus manos en su cabeza, le rezó, le hizo la señal de la cruz y lo abrazó.
“Le dije que todo el año busqué la manera de conocerle. Cuando se despide, me dice: ‘Buen retorno a Paraguay, saludo a toda la gente de allá'. Fue una experiencia muy linda, es increíble lo simple que es el Papa, lo que te transmite y la sencillez. Estoy feliz de poder hablar con él y pedirle la bendición”, concluyó.
Panamá fue escogido como sede del encuentro el 31 de julio de 2016 por el Papa, en el cierre de la JMJ de Cracovia.
La JMJ es organizada por la Iglesia católica cada tres años y la cita de Panamá se celebrará entre el 22 y el 27 de enero de 2019, y se espera que viaje el papa Francisco.