01 may. 2024

Pacientes con dengue copan camas de internación en Mariano R. Alonso

El brote de la enfermedad se registra en Corumbá Cué. En urgencias se atiende a 300 enfermos todos los días, de los cuales 100 son por casos febriles. Ayer estaban internados 15 pacientes con dengue.

Un mosquitero de color rosa cubre a una inquieta niña de casi 7 años que está internada con sospecha de dengue en el pabellón de pediatría en el Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso. A su lado, un niño de 9 años duerme tapado bajo un mosquitero de color blanco mientras el suero ingresa gota a gota a sus venas.

El 60% de las camas disponibles de internaciones de clínica médica y pediatría del Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso están ocupadas por pacientes con sospecha de dengue, entre ellos niños y adultos, todos provenientes del barrio Corumbá Cué, que registra un brote de la enfermedad, es decir, una epidemia localizada desde diciembre del año pasado. Un total de 15 pacientes con sospecha de dengue, niños y adultos, ocuparon ayer las camas de hospitalizaciones, de una disponibilidad de 24 del servicio de clínica médica y pediatría.

El centro médico dispone otro pabellón de hospitalizaciones para maternidad y cirugía, que en caso de epidemia serán reconvertidas para dar asistencia a enfermos con la fiebre rompehuesos.

Un promedio de 7 pacientes quedan internados diariamente debido a que presentan síntomas de alarma, como deshidratación, explicó la doctora Ángela Báez, jefa de programas del Hospital de Mariano Roque Alonso. Cada enfermo queda un promedio de internación de tres a cinco días, dependiendo de la evolución del estado de salud de cada uno.

EPIDEMIA LOCAL. El brote de dengue avanza hacia la zona de Universo, lindante con Corumbá Cué, y Barrio Central. En el Hospital de Mariano Roque Alonso cada día se registra un promedio de 300 pacientes en urgencias, de los cuales 100 corresponden a cuadros febriles.

En los consultorios se registra atención diariamente a 260 casos febriles, de los cuales el 25% son pacientes con fiebre, que pueden padecer dengue u otras enfermedades infecciosas o gripe, explicó la licenciada Estela Coronel, del departamento de Epidemiología. El incremento de consultas tanto en urgencias como consultorios se registra desde diciembre del año pasado.

“Hasta hoy día tenemos nuevos pacientes. Hay gente que no se cuida y no le tiene miedo a la enfermedad. No quieren eliminar los criaderos, dicen que el bosque es el problema, pero el mosquito vive en la casa”, señaló la licenciada Estela Coronel.

Una vez que se confirman los casos con los resultados de laboratorio, se procede posteriormente al bloqueo y mingas ambientales en la zona de donde proviene el enfermo. Mingas ambientales se realizan tres veces a la semana.

Los patios baldíos, la basura acumulada, la abundancia de recicladores en los asentamientos y la renuencia por parte de los propietarios al control vectorial son la principal barrera para frenar la dispersión de la enfermedad, lamentó la doctora Báez.

La Dirección de Vigilancia de la Salud confirmó 313 casos de dengue a nivel país y 27 están en la categoría de probables que corresponden del 31 de diciembre de 2017 al 13 de enero de 2018.

CorumbÁ Cué: Con patios baldíos y basuras que sirven de criaderos

1 - Basura. En la zona de Corumbá Cué, ubicada cerca del Puente Remanso en Mariano Roque Alonso, hay gran cantidad de patios baldíos en donde se arrojan basuras, botellas, recipientes de plástico, vasos de yogur y hasta neumáticos que sirven de criaderos del Aedes aegypti, vector que transmite dengue, zika y chikungunya. Esta llanta tenía agua acumulada junto a otros recipientes, mientras al fondo una nube negra amenazaba con un aguacero.

2 - Criaderos y casas renuentes. La transmisión de la enfermedad en Corumbá Cué no retrocede debido a los factores ambientales (gran cantidad de criaderos) y a la resistencia por parte de los pobladores para que las brigadas del Senepa verifiquen los patios y hagan fumigaciones, comentó la doctora Ángela Báez. Esta pileta está descuidada en la zona y puede ser un potencial criadero del mosquito si no se usa cloro para mantener el agua limpia.