Por Édgar Medina | Ciudad del Este
Se trata de Alberto Velázquez, cuyos familiares recurrieron a un recurso de amparo para solicitar su internación en el Hospital Regional, pero el juez Amílcar Marecos rechazó la medida cautelar porque no hay lugar en el hospital público.
“Rechacé la medida cautelar porque no hay cama. Me constituí en el hospital, me contaron que las 4 camas estaban ocupadísimas y estaban 2 a 3 personas con respiración manual esperando que haya lugar y este paciente, que presentó el amparo, ya estaba asistido”, afirmó el juez al dar su versión.
“Por protocolo no se puede quitar al que está esperando para traer a otro que ya estaba internado”, argumentó el magistrado.
La resolución refiere que no se observa una acción u omisión manifiestamente ilegítima por parte de los encargados del referido nosocomio público, “quienes han brindado en principio una pormenorizada explicación de la realidad, por lo que dictar una medida cautelar en el sentido de ordenar la internación del amparista sería de cumplimiento imposible (sic)”.
Entró caminando al hospital
“Mi padre entró caminando por artritis séptica al Hospital Distrital de Minga Guazú, luego se contagió de neumonía y le diagnosticaron diabetes también. El sábado a la noche apenas estaba respirando y lo único que pudimos conseguir de urgencia es el del servicio privado”, afirmó la hija, Nancy Elizabeth Velázquez.
La familia logró juntar G. 5 millones y medio, prestando de algunos amigos, para ingresar al hombre en el servicio privado. “No conseguimos en todo el Paraguay (lugar en un hospital público), no hay camas”, afirmó la hija.
El alto costo les impulsó a los familiares a recurrir a la Defensoría Pública, donde le patrocinaron el recurso de amparo que ya fue rechazado. “Estuvimos esperándole desde las 5.00 de la tarde hasta las 10.00 de la noche. Ayer al mediodía apareció y rechazó”, se quejó Nancy.
Los familiares de Alberto Velázquez ya no cuentan con recursos económicos para seguir costeando el tratamiento en el centro asistencial privado. Por un día de internación tuvieron que abonar más G. 2,2 millones, siempre según la versión de la hija.
Ahora, la familia debe pagar G. 3 millones por día, además de comprar todos los medicamentos, si quiere seguir internando a su paciente en el sanatorio privado.
Además, don Alberto necesita realizarse una diálisis porque ya está teniendo problema renal y en Ciudad del Este solamente un sanatorio privado cuenta con dicho tratamiento, que también cuesta G. 6 millones por día, de acuerdo a lo averiguado por la hija.
“Estamos desesperados. No tenemos de dónde conseguir ese dinero”, afirmó la hija.