Uno de los nombres que suenan fuerte es el de Jorge Oviedo Matto, del Unace, a quien en la sesión pasada se lo vio coqueteando con varios senadores que fueron hasta su banca en la sala bicameral.
El parlamentario, quien ya ejerció durante dos años consecutivos la titularidad de la Cámara Alta, en este periodo está operando fuertemente.
Desde hace un buen tiempo se volvió un férreo defensor del presidente Horacio Cartes, incluso por encima de los oficialistas en el Senado que muy poco o nada intervienen en los debates de proyectos.
Ayer, nuevamente se lo vio muy de cerca al mandatario en el Hospital Geriátrico en San Bernardino.
Hasta finales del mes de junio, de acuerdo al reglamento interno de la Cámara Alta, hay tiempo para renovar la mesa directiva, pero se desconocen aún negociaciones.
Aunque el escenario aún está muy disperso se avizora que serán bastante reñidas, ya que están a las puertas de las internas partidarias.
La coyuntura en este momento podría ser favorable al oficialismo atendiendo a que con la alianza para la enmienda con el sector llanista del PLRA y el Frente Guasu consiguió una cómoda mayoría, sumado al incondicional apoyo del oviedismo.
Oviedo Matto, durante el ejercicio de la presidencia del Congreso, siempre estuvo en el ojo de la tormenta.
Junto con sus colegas colorados Óscar González Daher y Julio César Velázquez, casi cuadriplicaron la cantidad de funcionarios tanto en Senado como el Congreso.
Además fue bastante cuestionado por la adquisición de un piano por un valor USD 200.000, cuyo uso se desconoce, y de la construcción del polémico quincho de oro por G. 140 millones.
Ante denuncias sobre irregularidades en la venta de un terreno familiar para el Indert, dio un paso al costado como titular del Congreso y fue reemplazado por Luis Jaeggli.
