En todo momento, aseguran que la agrupación de ideología de izquierda tiene contacto con el EPP.
Es más, sostienen que esta nucleación política es el “brazo político” del grupo de criminales que tiene varias víctimas en su haber, en especial de peones y policías, sin contar con los tres secuestrados Edelio Morínigo, Abrahán Fehr y Franz Wiebe.
Sin embargo, hasta la fecha, el oficialismo no ha podido demostrar ninguna vinculación contundente contra los miembros del FG, salvo algunas fotografías viejas o pruebas de visita a las cárceles realizadas por los senadores a presos que aseguran ser inocentes.
Además de esas “pruebas”, el cartismo no tiene otros elementos, motivo por el cual no pueden realizar ninguna denuncia ante la Fiscalía a pesar de que la senadora del FG, Esperanza Martínez, les pidió, en conferencia de prensa, que se hagan responsables ante la Justicia.
El más pirotécnico. El ministro Leite pidió inclusive a sus correligionarios disidentes que “no coman asado ni se abracen con amigos del EPP”.
Para el secretario de Estado, se debe sancionar al menos “moralmente a los amigos del EPP”. Según Leite, para saber quiénes son simpatizantes del EPP “solo hay que preguntarles si son o no unos asesinos”.
“Yo lo que siento acá es que hay sectores políticos que tienen miedo o políticamente creen que les va a restar votos de alguien, salir públicamente a decir ‘los del EPP son unos asesinos’”, expresó Leite.
Es más, mostró preocupación por el acercamiento de los colorados disidentes de trayectoria, como Juan Carlos Galaverna y Silvio Ovelar, al sector de izquierda. “Cómo le van a explicar al electorado colorado que ellos están comiendo asado con amigos del EPP”, acusó Leite a los disidentes.