En distintos ámbitos suenan repetitivas las quejas de las madres y los padres de hijos en edad escolar, quienes reniegan diciendo que “los alumnos ya no leen como antes” o que “la educación ya no es la misma, antes aprendían más y mejor”. La preocupación sobre el futuro de la educación de los niños y niñas del país es una voz casi generalizada en la sociedad.
A pocos días de haberse recordado el Día del Maestro en Paraguay vale la pena preguntarse y cuestionar ¿Salen los bachilleres realmente preparados para enfrentar los niveles superiores de estudio?
Muchas veces los golpes de la realidad nos dan esa respuesta. Como por ejemplo cuando el Consejo de Becas de Itaipú tuvo que bajar la escala para que más jóvenes accedan al programa de estudio.
En esa oportunidad, de los 1.000 lugares solo 197 estudiantes accedieron, en una primera prueba. Estos resultados fueron muy desalentadores, ya que es una señal de que nuestros jóvenes egresados de la Educación Media saben poco de matemáticas y casi nada lengua castellana.
Pero toda esta situación es una muestra de la desidia en la que las gestiones de varios gobiernos dejaron olvidada a la educación, como una larga cadena de dramático olvido, dando la espalda a un sector primordial para el avance social. La actual administración de la cartera de Estado, liderada por la ministra Marta Lafuente, tampoco hace nada para rescatar de este pozo al sistema educativo.
Justamente el pasado sábado 30, día de todos los maestros, se realizó otra manifestación donde los docentes exigieron el desembolso prometido para la formación de los educadores.
En noviembre del 2014, se aprobó para el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) más de USD 49 millones del Fondo para la Excelencia de laEducación y la Investigación, monto que debió ser destinado a la preparación de 30.500 docentes, casi la mitad de los maestros que son pagados por la cartera.
Hasta hoy, más de un año después de la aprobación de dicho fondo, ningún programa de capacitación con estos fondos se realizó.
Los docentes reclamaron que además de que no se desarrollan las actividades en el marco del Fondo para la Excelencia, las pocas jornadas de formación que reciben tienen contenidos obsoletos. Es realmente preocupante que desde el MEC no muestren señales de que se esté logrando una mejor calidad educativa.
¿A dónde va nuestra educación?