Por Roberto Irrazábal
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El diputado colorado Éber Ovelar, ex fiscal adjunto de Alto Paraná y actual presidente de la Comisión de Lucha Contra el Narcotráfico en la Cámara Baja, celebró que el Gobierno anuncie el inicio de un debate para estudiar aspectos relativos a la legalización o despenalización del consumo de marihuana, sosteniendo que la última palabra la deben tener los científicos. Explicó que la Constitución habla del uso terapéutico de estupefacientes y la Convención de Viena clasifica como tal al cannabis, pero subrayó como más urgente y prioritario para la comisión asesora a su cargo el estudio para la modificación de la Ley 1340/1988, la cual calificó de desfasada por ser anterior a la Constitución (1992) y por penalizar a consumidores de cannabis al mismo nivel que a asesinos.
–¿Qué piensa sobre el anuncio del Gobierno sobre el inicio de un debate respecto a la posibilidad de la legalización o despenalización del consumo de marihuana?
–En principio, lo importante es hacer una discriminación de los distintos aspectos que forman parte del debate interior respecto a la lucha contra el narcotráfico, ya que existen distintos aspectos que merecen una atención particular. Uno es el narcotráfico propiamente dicho, la persecución penal del hecho por parte de los órganos del Estado, y otra es el análisis del tratamiento específico del consumidor. No es lo mismo hablar de un narcotraficante que hablar de un consumidor, ya que hoy día al consumidor se lo trata como a una persona distinta en el sistema. Entonces hay que saber diferenciar entre quién es el narcotraficante y quién es el consumidor.
–¿Qué marca esta diferenciación?
–A partir de ahí se genera la necesidad de debatir qué hacemos con aquellos consumidores que tienen en su poder una sustancia estupefaciente por encima de la cantidad autorizada por la ley. La ley 1340 habla de 2 gramos de cocaína y 10 gramos de marihuana como máximo que puede tener una persona. ¿Y qué pasa si él tenía 20 gramos de marihuana distribuidos en dos moños para su consumo de la semana? Automáticamente, él ya está en contravención de la ley, ya viola el artículo 27 de la ley 1340 y, en consecuencia, ya tiene que ser sometido al proceso.
–¿Cómo abordar la situación del consumidor?
–La situación del adicto, básicamente, tiene que ser un tratamiento diferenciado por parte del Estado, esa es una cuestión, y dentro de este abordaje, ver qué hacer con los adictos dependientes de las drogas blandas, como se le llama a la marihuana, por ejemplo. A partir de ahí, en algunos países se ha declarado la proscripción de la penalidad de este tipo de tenencia o consumo.
–¿Cómo se está hablando de esto en el Paraguay?
–Y estamos hablando de este asunto, donde algunos plantean directamente la despenalización, pero sin tener insumos científicos básicos que nos permitan hablar con propiedad de la pertinencia o no de una medida tan delicada como esa. Yo no me animaría a emitir un solo juicio de valor sobre este tema sin tener a mano estudios científicos sobre el cannabis.
–¿Cómo está el país en cuanto a estudios sobre el tema?
–En el Paraguay no tenemos un estudio científico sobre las propiedades del cannabis y muchas cuestiones que de oídas opinamos. No. Comencemos a estudiar científicamente al cannabis y de acuerdo con estos resultados científicos que los técnicos entendidos y expertos en la materia nos provean entablar un debate más profundo sobre la posibilidad de despenalizar o no el cannabis.
–¿Qué tan clave es este aspecto para el debate?
–Creo que es fundamental la iniciativa de abrir el debate, me parece fantástico, pero que este debate esté nutrido de criterios científicos, técnicos y la experiencia necesaria que nos dé luces sobre este aspecto. Repito, yo me niego rotundamente a emitir cualquier tipo de opinión, así como algunos lo están haciendo de oídas, quiero escuchar a los expertos y quiero tener los informes científicos para poder realmente opinar con propiedad.
–¿Y cómo ve el enfoque del Gobierno?
–Me parece muy importante la iniciativa que ha tenido la Secretaría Nacional Antidrogas y la felicito por haber implementado el Instituto Nacional de Estudios del Cannabis, que viene a ser una dependencia que justamente empieza a trabajar con solvencia científica sobre el estudio de esta droga.
–¿Cómo ve la realidad de un sector del campesinado que reclamó hace poco la legalización del cultivo de cannabis como una forma de subsistencia ante la falta de rubros alternativos que le den rentabilidad? ¿Es importante el debate en este sentido también, ya que es un hecho que están comercializando marihuana?
–Es importantísimo abrir el debate para ver cuál es la salida alternativa o el rubro alternativo que el Estado paraguayo pueda impulsar en ese tipo de lugares, hablar de la posibilidad de que el Estado tenga que subsidiar ciertos programas de cultivos alternativos a la marihuana, porque acá ya tenemos que tomar el toro por las astas. Pero esta es una realidad, estamos hablando de que existen personas que se dedican a esto, y entonces tenemos que pensar como política pública, ver una alternativa a ese cultivo y si es necesario con subsidio del Estado, sin darle mucha vuelta. Pero más allá de eso, esa visión de despenalizar la marihuana por el simple hecho de que mucha gente se dedica a ese rubro, me parece absolutamente impropio, un absurdo y contrasentido hacia las políticas de salud pública. Paralelamente, vamos a tener un problema mucho más serio en nuestros países vecinos; la producción de marihuana sigue siendo un hecho punible, un crimen, entonces la posibilidad de que nosotros autoricemos la producción nos va a convertir en exportadores o traficantes internacionales y todos sabemos que ni el 10% de lo que se produce va a otros países.
–¿Y cómo quedan el rubro del alcohol y del tabaco que no sufren la misma suerte, siendo que estudios científicos también acreditan que afectan la salud, además de algunos estudios que señalan el carácter menos nocivo del cannabis?
–Y de eso se trata abrir el debate. Conozcamos a profundidad los criterios científicos de los que sostienen que la cannabis sana o la que indica que producen afectaciones al sistema nervioso central y las neuronas, que son las células del cuerpo humano que no pueden reproducirse, por ejemplo, algunos dan esa explicación. Entonces, yo no quiero basarme solamente en esos conceptos que tengo a partir de esas referencias. Estudiemos a profundidad, que sean los científicos quienes nos den criterios estrictamente técnicos y dejar de lado las versiones, los preconceptos, prejuicios o conocimientos bastante precarios que tenemos en la materia. Es importante por eso abrir el debate y hacerlo profundo.
–¿Qué se planteará en la Comisión este año?
–Este año en la Comisión de Lucha Contra el Narcotráfico de la Cámara de Diputados vamos a realizar un profundo estudio para efectuar modificaciones a la ley 1340 del año 1988 (que reprime el tráfico ilícito de estupefacientes). No puede ser que una persona que solo consume marihuana tenga la misma condena de 5 a 15 años como la tienen los asesinos.