Susana Oviedo
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El embajador Ceferino Valdez, presidente de la Asociación de Diplomáticos Escalafonados del Paraguay (ADEP), hasta hace un año y medio se desempeñaba al frente de la Embajada paraguaya en Corea. Actualmente es miembro, por el Ministerio de Relaciones Exteriores, del Directorio de la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear. Pertenece a la primera promoción de la Academia Diplomática (1978) y en su larga trayectoria profesional, que cumplirá 50 años en febrero próximo, le tocó formarse en Chile, Suiza y Japón. Su primera misión fue en Sudáfrica, luego Washington y Nueva York. Se desempeñó como director de Ceremonial de la Presidencia. Luego fue embajador en Taiwán, director de Política Bilateral de la Cancillería, presidente de la Comisión Trinacional del Pilcomayo, y finalmente embajador en Corea. Como un profundo conocedor de la carrera diplomática, responde a estas consultas de ÚH.
–¿De qué manera la ADEP superó esa etapa de cuestionamiento permanente a la Cancillería por los nombramientos en el exterior de personas que no están en el escalafón diplomático?
–A través de un permanente diálogo con la administración central. La ADEP continúa con los mismos principios, que son la defensa del profesionalismo y de la carrera, y el respeto a lo que dice la ley. Somos diplomáticos, así que tenemos que saber dialogar y negociar. En el caso de los embajadores, los nombramientos en el servicio exterior en estos momentos están equilibrados: 50% son escalafonados; 50% no escalafonados.
–¿Y con respecto a los demás cargos?
–Para los demás cargos previstos en el servicio diplomático y consular en estos momentos se pasó el 20% del total de cargos que excepcionalmente pueden desempeñar personas ajenas al escalafón. Estos representan ahora el 22%, pero estamos esperando que se nivele pronto, porque ya saldrán las resoluciones de la Junta de Calificaciones que se reunió recientemente.
Ahora bien, hay que aclarar que cuando se dice nombramiento político, no significa que se trata únicamente de políticos. Son también empresarios, académicos, ex legisladores, etc.
–¿Qué cantidad de embajadores tenemos tanto en funciones en el exterior como en el servicio local?
–Embajadores de carrera en el exterior, 21; y en el servicio local, 7. Nosotros tenemos un plazo que establece que no debemos estar más de 6 años en el exterior y 5 en el servicio local. Entonces, muchas veces, hay vacancias en el exterior, pero todavía no se cumple ese plazo de desempeño en el servicio local. Además, hay que esperar, porque algunos destinos son posiciones muy especializadas. Requieren de una capacitación muy buena.
–¿En cuanto a remuneraciones cómo están?
–Estamos bien, si comparamos con años anteriores. Por ejemplo, antes no teníamos seguro médico, y cada uno debía gestionar dónde estudiar un idioma y capacitarse en otras materias. Ahora tenemos todo esto. En la Academia Diplomática podemos hacerlo. Podemos estudiar ruso, chino mandarín, francés, etc. Tampoco existía consideración especial para aquellos que sirven en países muy distantes, por ejemplo, para que puedan venir con toda la familia más de una vez al año.
Es muy importante reconocer esto, no solo al Poder Ejecutivo, sino al Congreso. Nosotros teníamos muchos problemas cuando los compatriotas afrontaban una situación de emergencia.
–¿Cómo es eso?
–Gente que se quedaba sin pasaje, sin dinero, sin nada en el exterior. Normalmente lo que hacíamos era llevarle a nuestra casa, organizar rifas, pollada, etc., para juntarle el pasaje y que regrese al país. Peor el caso de la gente que fallecía en el exterior. Ahora, contamos con la Secretaría de Repatriados, y administramos unos fondos de emergencia. Para el diplomático paraguayo no hay un lugar en el planeta donde no podamos llegar. En épocas anteriores, no se podía entrar a tal o cual país.
–¿Cómo ve actualmente a la Cancillería?
–La Cancillería se volvió muy sofisticada en los últimos tiempos. Cuenta con gente que maneja desde asuntos de alta tecnología, como la situación en Burundi. Así como se busca eficiencia en la atención de los compatriotas en el exterior, también en el manejo de los temas nucleares. Es la gran conquista que nuestra Cancillería logró en tan poco tiempo; un salto extraordinario. Paraguay está ahora en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la Unesco, en la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica, en el Comité Interamericano contra el Terrorismo de la OEA, etc.
–¿Y en el campo regional?
–Y es un gran cambio el hecho de que Paraguay haya liderado una posición en el Mercosur, como el de ahora, cuando anteriormente nos acusaban de tener una política exterior pendular.
En el campo internacional Paraguay está totalmente reconocido ahora, sin ninguna restricción en ninguna parte del planeta. En cuanto a relaciones internacionales podemos llegar a cuantos lugares queramos, y con la misma dignidad que otros países.
–¿Qué destacaría de la formación de las nuevas promociones de diplomáticos?
–El concurso de oposición para ingresar a la Academia, la estricta selección que esto permite. La mayoría de los postulantes tienen dominio de un idioma extranjero y un título de grado o posgrado. El resultado que se obtiene con la formación de esos jóvenes es extraordinario. Ya se está notando en el servicio exterior.