18 abr. 2024

Niños sueñan con ser profesionales y superar línea de pobreza extrema

Rodrigo Alexander Saavedra (12) va al sexto grado en una compañía de San José de los Arroyos, Caaguazú. Cuando sea adulto, le encantaría ser ingeniero civil para arreglar el precario camino que conduce hasta su humilde hogar. Su hermana melliza, Rosa Belén, sueña con ser abogada y sacar a los prisioneros inocentes de la cárcel. En tanto que a la sobrina, Carolina, quien vive con ellos y tiene casi la misma edad, le gustaría ser médica y salvar vidas.

“Mboriahu memby katuete osoña tuicha. Hi’ãnte ra’e algún día oñekumpli. (Los hijos de pobres siempre sueñan en grande, ojalá algún día se cumpla”, agrega la madre, Tomasa Saavedra, con una orgullosa sonrisa, al escuchar que los niños que tiene a su cargo empiezan a trazar importantes metas desde chicos.

Los pequeños estudiantes deben caminar varios kilómetros de tierra colorada para llegar a la escuela.

“Es difícil por esta zona el tema de la escuela porque tienen que ir a pie muy lejos. A la más chica yo le tengo que acompañar por las tardes”, indicó la mujer.

La preocupación de la madre es que si bien recibe una ayuda de Tekoporã, el aporte no lo percibe todos los meses. “La última vez que cobré fue en diciembre, hasta ahora aún no recibí el dinero para mis hijos. Por suerte les llega todo lo que es cuaderno en la escuela, pero las mochilas, zapatos y ropas tengo que comprar. Es complicado porque todo está caro”, lamentó.

Doña Tomasa comentó que anteriormente cobraba G. 800.000, pero el monto de la ayuda social fue disminuyendo hasta percibir solo G. 500.000.

“No sé por qué cobro cada vez más poco si mis hijos son pequeños, me ayudan a carpir en la chacra los mayores, pero tampoco pueden trabajar mucho por la edad que tienen. También vive conmigo una tía que no habla y no escucha. Soy madre soltera. Marido no tengo porque cuando me di cuenta de que me iba a maltratar le dejé y por suerte mis padres me apoyaron, pero ahora ellos ya no están”, relató.

Quienes deseen ayudar a la familia pueden llamar al (0975) 262-504.

Realidad. En la educación media se registra un 59% de la deserción escolar a nivel país, de acuerdo a los datos del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).

En el país, donde la pobreza afecta a cerca de 1.949.272 paraguayos, el factor socioeconómico es la principal causa de abandono escolar, según un reporte del centro Investigación para el Desarrollo (ID).

Señalan situaciones como la pobre oferta educativa, la falta de la inclusión en sectores rulares, indígenas o para personas con discapacidad y también el embarazo infantil.

La asistencia escolar es más elevada y supera el 90% entre los de menor edad (5 a 14 años) y declina significativamente a partir de los 15 años. Esto ocurre tanto en áreas urbanas como rurales, según de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec).

Asistencia. El director de protección y promoción social de la Secretaría de Acción Social (SAS), Ricardo Yorg, señaló que el cobro de la ayuda social se da cada dos meses. Sostuvo que el objetivo es que los hijos puedan ingresar a la escuela y de esa manera tratar de cortar la pobreza.

“El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó una evaluación en donde se demuestra que los chicos que están dentro del programa, se matriculan y se gradúan más a diferencia de aquellos que no están dentro de Tekoporã. Funciona porque es un requisito, al igual que contar con las vacunas al día y controles prenatales, para que puedan seguir el cobro”, señaló.


Tengo que comprar los uniformes y mochilas a mis hijos. La última vez que cobré Tekoporã fue en diciembre. Tomasa Saavedra, San José de los Arroyos.

El aporte es poco, pero es un incentivo para que los chicos puedan ir a la escuela y tratar de cortar la transmisión de la pobreza. Ricardo Yorg, director de SAS.

Las cifras
59


por ciento es el total de deserción escolar en la educación media a nivel país por cuestión socioeconómica, según el MEC.
500.000 guaraníes es lo que afirma percibir la señora Tomasa Saavedra por parte del programa Tekoporã cada dos meses.
387.242 es la población aproximada que vive en la pobreza extrema, según el último informe de la Dgeec, del 2016.