13 jun. 2025

Mujeres lideran un refugio y luchan contra adversidades

A pesar de las incontables necesidades por las que atraviesa el refugio de damnificados más grande habilitado por la Comuna capitalina y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) en el Parque Mburicaó, un grupo de mujeres asumió el liderazgo y lucha por mejorar las condiciones de vida en el lugar.

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Insalubre. Laura Bordón arruga el rostro ante el olor que emana el baño que no fue aseado.

Para una mejor organización, las mismas dividieron el inmenso asentamiento, donde están instaladas 480 familias de distintos puntos de la ribera asuncena, en ocho bloques.

Antonia Portillo está encargada del Bloque A; Myriam Ruiz, del B; Rocío Quintana, del C1; Laura Bordón, del C2; Blanca Aguilera, del D; Celia Acosta, del E1; Rita Ledesma, del E2; Lidia Valdez, del F. Solo el G está encabezado por Jorgelino Pereira.

DUCHAS. Laura Bordón explicó que uno de los dramas es la falta de bañeras (duchas) para la higienización de las 2.400 personas que habitan el campamento.

“En mi caso, me baño dentro del Disal. Pero la realidad es que no hay duchas. La mayoría va y usa el baño del parque para bañarse y pagan a un encargado G. 1.000. Pero este colapsa por la gran cantidad de gente que lo usa”, sentenció.

Dijo que desde hace tres meses se dejó en el sitio una estructura metálica que tiene todos los componentes para satisfacer este pedido, pero pasado el tiempo sigue sin ser habilitado.

Pidió más grifos de agua potable y que se dote de mayor presión a los ya instalados, puesto que la mayoría debe juntar el vital líquido en horas de la madrugada para su posterior consumo y uso.

Señaló que otro factor que atenta contra la salud de los ribereños es la limpieza irregular de los sanitarios químicos colocados en todo ese espacio público. “Disal asea sus baños cada día, pero Sanicab lo hace cada tres días, y los mismos quedan llenos de excrementos, papeles y un olor nauseabundo. Y somos miles los que los utilizamos”.

Por su parte, Antonia Portillo resaltó que se precisa de una caseta policial o del recorrido de agentes por las noches, puesto que motochorros y asaltantes ingresan al refugio, ya sea para escapar tras asaltos realizados o para hurtar pertenencias de los damnificados.

Myriam Ruiz, a su turno, indicó que urgen la presencia de técnicos de ANDE para regularizar las precarias instalaciones eléctricas, ya que días pasados falleció una chica de 20 años por electrocución.