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La última vez que vimos algo de las islas del archipiélago de Hawái en un largometraje animado fue con otra película de Disney: Lilo & Stitch. A pesar de que en aquella recordada comedia la cultura y mitología polinesia estaban presentes, esta vez con Moana es el principal atractivo y tema.
El mito y la realidad se fusionan para recrear esta historia que principalmente es una comedia narrada en clave de aventura, con dioses, semidioses y mortales como protagonistas. Los principales son la princesa Moana y el semidios Maui. Ellos deben enmendar algo que afecta a todas las islas de la región, causado ancestralmente por el egoísmo de Maui contra la poderosa diosa de la vida. En ese sentido la utilización de colores y luces es muy efectiva y parece hacer justicia a la belleza natural de esa afamada región de la cultura maorí.
Toda la fuerza de la mitología se presenta en esta épica aventura entre islas volcánicas y un mar que tiene su propia personalidad. El carisma y poder de Maui se complementan con la determinación de carácter de Moana, una princesa que debe romper no solo barreras mitológicas, sino tradiciones que fundamentan la comunidad que la vio nacer y formarse como líder.
Estructuralmente la trama está muy bien formada, y aunque nada sorpresivo nos ofrezca, al menos el humor es fresco y las peripecias que enfrentan ambos héroes son más que entretenidas. Para estas vacaciones es una opción muy recomendable para llevar a los niños al cine.
Calificación: ***1/2
