Uno de los partidos más memorables en la historia de Cerro Porteño se vivió anoche en Sajonia para anotar su nombre en los cuartos de final de la Copa Sudamericana. A lo Ciclón, con carácter y mucho huevo dejó atrás al campeón vigente.
Ni el más optimista cerrista hubiera atinado a pensar que en diez minutos la llave estaría igualada e incluso que antes de la primera parte el expediente pareciera liquidado.
La orquesta liderada por Gustavo Florentín, ubicado al costado del campo, y por Rodrigo Rojas dentro, interpretaron a la perfección el camino a la victoria. Presión, dinámica con desdoble en la elaboración de juego y entrega incondicional a la hora de defender, fueron los cimientos del Ciclón para una meritoria victoria.
coraje. El fantasma de la eliminación se hizo presente por un instante en Sajonia. Las miles de almas azulgranas no lograron comprender cómo un plan, que hasta el momento estaba siendo ejecutado sin fisuras, se les iba de las manos. Y fue en ese momento que el hincha se comprometió aún más con la causa, corrió, empujó y hasta zapateó con sus jugadores para alcanzar el ansiado gol de la clasificación.
Cecilio Domínguez, de una noche inolvidable, se encargó de hacer temblar los viejos cimientos del Defensores y emocionar como nunca al pueblo azulgrana. En cuartos, con aroma nuevamente a café, se verá con el DIM, luego de las Eliminatorias, a mediados de octubre.