AFP, REUTERS, EFE
RÍO DE JANEIRO - BRASIL
Más de 3.000 militares y policías participaron este miércoles en una operación en la favela Ciudad de Dios, en la zona oeste de Río de Janeiro, en la que fueron detenidas 23 personas, informaron fuentes oficiales.
La operación se llevó a cabo una semana después de que choques entre traficantes y policías en esta favela acabaran con tres muertos, uno de ellos aparentemente un cabecilla del tráfico de Ciudad de Dios.
Y se dio también en el marco de un recrudecimiento de los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y traficantes en varias de estas comunidades empobrecidas donde viven cerca de 1,5 millones de personas, un cuarto de la población de Río.
A primera hora del miércoles, 3.000 militares de las tres fuerzas (tierra, mar y aire) rodearon Ciudad de Dios y bloquearon las arterias adyacentes, con cierre del espacio aéreo, en tanto que agentes de diversos cuerpos policiales ingresaban en la favela.
Al mediodía, 23 personas fueron encaminadas a la sede de la policía, dos de ellas menores de edad, informó la secretaría de Seguridad de Río (Seseg) en Twitter.
También se decomisaron tres fusiles, dos pistolas, drogas y municiones, dijo la dependencia. Una portavoz de la Seseg dijo que se trataba de una acción “planeada desde hace varios días”, sin conexión con los hechos de violencia de la víspera.
El martes, las tres principales arterias de acceso a Río de Janeiro (Avenida Brasil, Linha Vermelha y Linha Amarela) fueron cerradas por una protesta de vecinos de las favelas del complejo de Maré (zona norte), luego de que un adolescente de 13 años muriera al quedar atrapado en un enfrentamiento armado. En otro episodio, una niña de 3 años murió baleada el martes cuando estaba con sus padres, en una tentativa de asalto.
Los problemas de seguridad se agravan en el Brasil
Otra operación policial se llevaba a cabo el miércoles en la favela de Covanca, en la zona oeste, donde esta semana se produjeron numerosos incidentes.
Las fuerzas armadas fueron llamadas a fines de julio de 2017 para ayudar a contener el desborde de la violencia en el estado de Río de Janeiro, donde los problemas de seguridad se ven agravados por una crisis económica que provoca atrasos en los pagos de salarios de miles de funcionarios, policías incluidos. Pero Río es solo uno de los estados brasileños más afectados por la crisis. El ministro de Defensa urgió la semana pasada una reforma del sistema de seguridad.